martes, 23 de julio de 2013

El impuesto por tener ventanas

En Los Miserables, Víctor Hugo puso en boca del personaje de la Thenardier, la mujer del bodegonero, la queja contra los elevados tributos que pagaban a las autoridades de París por tener abierto aquel negocio: Nosotros no pedimos limosna, pero tampoco podemos darla. ¡No ganamos nada, y tenemos mucho que pagar! ¡La patente, los impuestos, la contribución de puertas y ventanas, la de céntimos adicionales! Ya sabéis que el gobierno pide mucho dinero [HUGO, V. Los Miserables. Madrid: Gaspar y Roig. 1865, Tomo II, p. 154]. Aquella contribución de las ventanas fue un curioso impuesto que el ministro de finanzas francés Étienne de Silhoutte –apellido que, con el paso del tiempo, se convertiría en el epónimo que originó la palabra silueta– estableció a mediados del siglo XVIII, tomando como referencia el Window Tax creado por Guillermo III de Inglaterra, el 25 de marzo de 1696, dentro de la ley [An Act for granting to His Majesty severall Rates or Duties upon Houses for making good the Deficiency of the clipped Money] que gravó con dos chelines cada vivienda (Dwelling House); hecho imponible que se ampliaba en función del número de ventanas de la casa (por ejemplo: ocho chelines si excedía de veinte puntos de luz natural). Como muchos contribuyentes consideraron que esta decisión del monarca invadía el ámbito de su privacidad, simplemente optaron por condenar ciertas ventanas de sus edificios para pagar menos dinero a Hacienda.

Con diversas denominaciones, este impuesto se extendió por toda Europa y América (en México lo introdujo su sexto presidente, Melchor Múzquiz, en 1832).

En cambio, las autoridades de otros países –como sucedió en los Países Bajos o en la actual Bélgica– no gravaron el número de ventanales sino los metros cuadrados de la fachada, dando como resultado que, desde finales del siglo XVII, los contribuyentes empezaron a construir las típicas viviendas -estrechas, elevadas (hasta cuatro y cinco alturas) y profundas- que hoy podemos ver en las casas gremiales de la Grand Place de Bruselas o en la mayor parte de los canales de Ámsterdam, para ahorrarse el pago de aquel impuesto.

2 comentarios:

  1. He descubierto este blog gracias al programa que haceis en la radio. Me parece muy interesante y al leer tus articulos me surgen muchas preguntas curiosas que posiblemente sabes las respuestas. Por ejemplo ¿sabes por qué en general en el Reino Unido no hay persianas en las ventanas?. Seguro que hay alguna razón.

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    1. Gracias Jose. En realidad, en cuanto sales al extranjero te das cuenta de que las persianas deben ser un producto "made in Spain" que en los demás países suele sustituirse por pesados cortinones. Será cuestión del clima ;-)

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