El 20 de septiembre de 1994, el Gobierno de la India aprobó la Pre-Natal Diagnostic Techniques Act [Ley de técnicas para el diagnóstico prenatal]; que entró en el 1 de enero de 1996, se desarrolló reglamentariamente ese mismo año y fue enmendada en 2002 y 2003. En principio, el objetivo de la PNDT era regular los procedimientos para detectar cualquier trastorno genético o metabólico, anomalías cromosómicas o ciertas malformaciones congénitas durante la gestación pero, en realidad, esta norma se adoptó para luchar contra la peor manifestación de la discriminación de género, en palabras de la presidenta que, por aquel entonces, dirigía el ejecutivo de Nueva Delhi, Pratibha Devisingh Patil: se había pervertido el fin de las pruebas para determinar el sexo del futuro bebé con el propósito de provocar la interrupción del embarazo si el feto no se correspondía con el de un varón; dando lugar a un aborto selectivo al que la propia disposición califica de female foeticide [literalmente: feticidio femenino].
Su capítulo VII establece el castigo para los facultativos que participen en esta conducta delictiva: hasta 5 años de prisión, 50.000 rupias de multa y 2 años de inhabilitación profesional; a continuación, también se regula que la persona que acuda a dicho especialista o a una clínica con el fin de abortar al descubrir que el feto tiene sexo femenino será castigado con la misma pena de reclusión e idéntica sanción económica.
Con datos de 2006, se estima que 500.000 niñas eran supuestamente objeto de una eliminación prenatal cada año en la India, lo que supone en dos décadas un total de 10 millones de niñas desaparecidas antes de nacer [GÓMEZ-LIMÓN, M. T. Las tradiciones que no aman a las mujeres. Madrid: Akal, 2011, p. 316].
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