- (…) está probado que, el 25 de Agosto de 1897, el procesado Avelino Arredondo disparó un tiro de revólver contra el presidente de la República, don Juán Idiarte Borda; pero no está probado que le ocasionase la muerte, ni tampoco cuál fué el efecto de la bala;
- Que está probado que no habiéndose hecho autopsia, ni estudio anatómico alguno del cadáver, es imposible comprobar á qué se debió la muerte de don Juan Idiarte Borda;
- Que está probado que tanto el revólver que utilizó el prevenido, fuera de uso por más de veinticinco años, como los proyectiles ordinarios y defectuosos con que lo cargó, carecían de las condiciones necesarias para producir efectos mortíferos;
- Que está probado que en favor del prevenido existen estas circunstancias atenuantes: la de su intachable conducta, bondad y pureza de costumbres; la de haber obrado por el poderoso y noble estímulo del patriotismo; la de haber sufrido la sugestión popular del medio ambiente que señalaba á don Juan Idiarte Borda como gobernante tiránico, dilapidador de los dineros públicos y causante de la guerra civil y su prolongación para hacer negocios; todo lo cual lo constituía reo de lesa patria [un buen ejemplo de la teoría del tiranicidio]; y
- Que está probado que en su ataque al Presidente de la República, Arredondo no tiene responsabilidad alguna, por haber obedecido fatalmente á sugestiones de la opinión pública [4].
La sentencia, como señalamos anteriormente, se dictó el 19 de agosto de 1898 y, en aquella primera instancia, el jurado condenó a Avelino Arredondo, por mayoría de sus miembros pero sin unanimidad, á la pena de 13 años de penitenciaria, con dos meses de reclusión celular y continua y siendo de su cargo las prestaciones legales, compútesele el tiempo de prisión ya sufrido en forma de derecho y ejecutoriada; pero el proceso judicial no había terminado.
Aquel Montevideo decimonónico era (…) un espacio político compuesto de dos partidos: el Colorado y el Blanco. El colorado es el término marcado, el blanco es simplemente el otro partido. El texto nos dice que Avelino Arredondo pertenece al partido Colorado. También el presidente es colorado [2]. Con un ambiente tan polarizado, los dos bandos de “blancos” y “colorados” ya se habían enfrentado durante la Guerra Grande (1839-1852) y defendían dos modelos antagonistas: conservadores versus liberales. En ese contexto, a juzgar por las notas periodísticas de época, el magnicidio del presidente uruguayo (…) solo le preocupó a su familia. Era un tiempo donde sin muchos miramientos, se practicaba aquello de que “el fin justifica los medios”. Los unos y los otros por diferentes motivos les servía sacárselo de encima [3].
La víctima, el presidente Idiarte Borda |
El impopular Juan Idiarte Borda (1844-1897) llegó a la Presidencia de la República Oriental del Uruguay el 21 de marzo de 1894 tras haber sido elegido presidente de su partido. Era miembro del Senado en momentos de elegir el sucesor de Julio Herrera y Obes, en lo que constituyó una de las elecciones presidenciales más difíciles de la historia uruguaya. El 21 de marzo de 1894, después de 21 días de votaciones, resultados y ásperos debates –en los que ocupaba interinamente la jefatura del país Duncan Stewart–, el Senador Idiarte Borda logró 47 votos. (…) Asumió de inmediato la Presidencia Constitucional del Uruguay, comenzando un gobierno absolutamente bipolar; donde las dificultades económicas se agudizaron tremendamente por el desorden administrativo, pero donde realizó importantes obras de relevancia. Los rechazos de las fórmulas de paz por parte de Idiarte Borda [que prefería una solución militar de la Revolución de 1897], la férrea censura a la prensa, el escándalo que provocó su nombramiento [con Batlle oponiéndose a él en su propio partido], la corrupción y el despilfarro administrativo, sumado a los sangrientos combates de Arbolito y Tres Arboles, fueron generando una situación política que se complicaba día a día [3].
La tarde del 21 de abril de 1897 –es decir, cuatro meses y cuatro días antes del magnicidio– Idiarte ya había salido ileso de un primer atentado llevado a cabo por el joven Juan Antonio Ravecca, un estudiante que aún era menor de edad. (…) Eran las 18:30 y el presidente descendía de su coche para ingresar a su casa, en la calle 18 de julio. Estaba a escasos pasos de la puerta, cuando el joven Ravecca se apareció con un arma de fuego y lo encañonó por detrás a una distancia de 15 a 20 centímetros. Antes de cualquier disparo, el Coronel Juan Turenne, edecán del presidente, manoteó al joven y lo desarmó. Lo tiró al suelo, boca abajo, mientras el joven asustado gritaba “¡no me maten, no me maten!”. (…) Después de un enredado juicio, Ravecca fue a la cárcel, de la que salió el 13 de enero de 1901 [5].
Mientras que Ravecca fue condenado a tres años de reclusión por su intento frustrado de homicidio; la defensa de Arredondo recurrió la primera sentencia que lo condenó a 13 años de penitenciaria y, tras dos recursos de apelación, el tío de Borges logró que su pena se redujera a tan solo 5 años, quedando libre en 1902.
Batlle visitó en la cárcel a Arredondo y según algunas crónicas, se abrazaron fraternalmente y conversaron. (…) Muchos pensaron y con razón, que aquel brillante abogado estaba pago por Batlle. (…) Tras su salida consiguió en tiempos de Batlle un cargo público en la Aduana. Años después los hijos de Batlle intentaran llevar adelante una propuesta para nombrar Avelino Arredondo una calle de la ciudad, lo que no fue aceptado de plano por las mayorías de aquellos tiempos [5].
Recordemos, para concluir, que al tipificar los delitos contra el orden público, el Art. 117 del Código Penal de la República Oriental del Uruguay (*), vigente en aquel momento, de 1889, disponía que: El que con fines políticos y con actos directos atentare contra la vida ó la libertad personal del Presidente de la República, será castigado con ocho á diez años de penitenciaria. Si el delito contra la vida se consumase, será castigado con dieciocho á veinte años de penitenciaria.
Citas: [1] BORGES, J. L. El libro de arena. Buenos Aires: Emecé, 1975. [2] ALMEIDA, I. “"Avelino Arredondo" al pie de la letra”. En: Variaciones Borges, nº 20, 2005, pp. 174 y 179. [3] MOROY, A. “25 de agosto, el magnicidio de Idiarte Borda, 120 años de misterio”. En: El País. Viajes, 2018 (*). [4] MELIÁN LAFINUR, L. Causa política de Avelino Arredondo acusado de homicidio en la persona del presidente de la república, defensa del abogado Luis Melián Lafinur ante el jurado de primera instancia. Montevideo: Imprenta Latina, 1898 (*). [5] BORGES, L. “Las muertes de Idiarte, Borges, Ravecca y un tal Avelino Arredondo”. En: LinkedIn, 2018 (*).
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