miércoles, 10 de mayo de 2017

Psicopatologías jurídicas (IX): el trastorno ficticio o síndrome de Münchausen

La sentencia 1129/2016, de 2 de marzo, del Tribunal Superior de Justicia de Galicia [1] desestimó el recurso interpuesto por una funcionaria que había solicitado su jubilación por incapacidad al estar aquejada –según su defensa– de una dolencia que la inhabilitaba por completo para toda clase de profesión u oficio, necesitando la asistencia de una tercera persona para la realización de los actos más esenciales de la vida. Junto al dictamen del Equipo de Valoración de Incapacidades, el fallo tuvo muy en cuenta la contundencia del informe pericial presentado por un psiquiatra en el que se apreció que la reclamante respondía como ese porcentaje mínimo de examinados que son personas que intentan o aparentan estar más enfermas de lo que están, para obtener un beneficio económico. En opinión del perito: (…) a mi juicio el mayor inconveniente que ella tiene es tener su residencia en Santiago [de Compostela (La Coruña)] a 30 km de su trabajo en La Estrada lo que supone un recorrido diario de 60 km. Por lo que, a su juicio, su diagnóstico psiquiátrico era que padecía un síndrome de Münchausen o trastorno ficticio (CIE 10, F 68.1).

Se trata de un trastorno en que el paciente refiere síntomas de forma repetida y consistente con ausencia de un trastorno o enfermedad somática confirmados, es decir la paciente exagera sus síntomas para obtener beneficios: Primero su traslado a Santiago. Segundo, al no conseguir éste, solicita la invalidez para su trabajo habitual. Y tercero, al negarle también la invalidez solicita la incapacidad absoluta para todo trabajo.

En España, desde 1996, medio centenar de resoluciones judiciales se han referido al trastorno ficticio o síndrome de Münchausen (con o sin diéresis y, según se castellanice del alemán, con una o dos haches intercaladas) que la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) incluye en su apartado F68 –“Otros trastornos de personalidad y comportamiento del adulto”– junto a la elaboración de síntomas físicos por razones psicológicas, la neurosis de compensación, el paciente peregrinante y el síndrome del frecuentador de hospitales; excluyendo la dermatitis facticia y la persona que finge enfermedad (con motivación obvia).

Una variedad de este trastorno es el denominado síndrome de Münchausen por poderes. Se describe en la sentencia 2332/1996, de 19 de abril, del Tribunal Supremo [2]: La procesada se encuentra afectada por un síndrome de Münchausen por poderes, que le lleva a inventar síntomas de enfermedades en sus parientes cercanos, preferentemente niños, e incluso a provocarlos, dando lugar a que éstos sean sometidos a investigaciones y exploraciones inútiles, que en muchas ocasiones comportan graves riesgos: síndrome que no afecta a sus facultades intelectivas y volitivas, ni le produce otras alteraciones que incidan en dichas facultades. Ante esta situación, y con la finalidad de lograr y mantener cuidados y atenciones médicas, e internamientos hospitalarios para sí misma y para su propia familia, sabiendo el riesgo que ello llevaba consigo para la salud (…). En este caso –una madre que administró insulina a cuatro hijos y al marido para conseguir su internamiento en hospitales donde les acompañaba– se condenó a la mujer como autora de cinco delitos de parricidio, tres consumados y dos frustrados, con la eximente incompleta de enfermedad mental, a tres penas de doce años y un día de reclusión menor (…) y a dos penas de seis años y un día de prisión mayor con suspensión de cargo público y derecho de sufragio por tal tiempo por los frustrados, así como al pago de las costas de la instancia. Acordamos el internamiento de la condenada en establecimiento psiquiátrico, medida que no podrá durar más del tiempo previsto para las referidas penas privativas de libertad; tomando en consideración al síndrome de Münchausen padecido por la acusada.

El origen de la denominación de esta psicopatología jurídica procede del Freiherr von Münchhausen [barón de Münchhausen] Hieronymus Carl Friedrich (1720 – 1797); un noble alemán famoso por contar aventuras tan extravagantes como increíbles… y falsas.

Jurisprudencia: [1] ECLI:ES:TSJGAL:2016:1129 [2] ECLI:ES:TS:1996:2332

2 comentarios:

  1. ¿Podría facilitar alguna sentencia más reciente de eximente incompleta? Gracias.

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    1. Hola Francisco José, buenos días:

      Si entras en el buscador del CENDOJ: http://www.poderjudicial.es/search/indexAN.jsp encontrarás más de 50 sentencias de diversos tribunales españoles que se refieren a este trastorno (teclea "munchausen" en el campo "texto libre"); es cuestión de que las vayas curioseando para dar con otros ejemplos de acuerdo con el criterio que te resulte de mayor utilidad.

      Pasa buena mañana, Carlos

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