viernes, 15 de diciembre de 2023

Sedes del poder (XI): la «Catedral de la Libertad» [Liubliana]

En su detallado análisis de la vigente Constitución de la República de Eslovenia, de 23 de diciembre de 1991, las profesoras Álvarez Vélez y Alcón Yustas sintetizan las notas esenciales de su poder legislativo: (…) El Parlamento es bicameral y está formado por la Asamblea Nacional y por el Consejo Nacional. Es un bicameralismo claramente imperfecto en tanto el peso de la labor legislativa y de todo el sistema parlamentario lo lleva a cabo la primera cámara. La Asamblea Nacional está compuesta por noventa diputados representantes de los ciudadanos de Eslovenia elegidos por un período de cuatro años. (…) son elegidos en una votación universal, igual, directa y secreta, debiendo ser elegido además un diputado de la Comunidad nacional italiana y un diputado de la Comunidad nacional húngara. (…). Por lo que se refiere al Consejo Nacional es el cuerpo representativo de los intereses sociales, económicos, profesionales y locales formado por cuarenta miembros, elegidos entre los empresarios; los trabajadores; los granjeros, artistas y comerciantes, y profesiones independientes, las áreas no comerciales y ciertos representantes de los intereses locales. Sus competencias se asemejan más a las de un Consejo de Estado u órgano asesor de similar naturaleza, por lo que dista mucho de ser una auténtica segunda Cámara (…) [1].

Hoy en día, las dos cámaras comparten la misma sede parlamentaria ubicada en la Plaza de la República, de Liubliana; un edificio, diseñado por el arquitecto Vinko Glanz (1902-1977), que fue inaugurado el 19 de febrero de 1959 para acoger la Asamblea Popular de Eslovenia cuando este país todavía era una de las seis repúblicas socialistas que formaban parte de la extinta Yugoslavia hasta que la federación se desangró en 1991 y el Estado proclamó su independencia.

La actual construcción del poder legislativo esloveno que ideó Glanz -de aspecto austero y estilo modernista- sustituyó en los años 50 a las rompedoras ideas propuestas por el arquitecto local Jože Plečnik (1872-1957); paradójicamente, aunque su «Catedral de la Libertad» [Katedrala svobode] nunca llegó a levantarse todavía forma parte del imaginario colectivo de esta joven nación (y, de hecho, su icónico diseño se acuñó en 2007 en una las monedas de 10 céntimos de euro eslovenos, como si fuera un símbolo nacional).


En cuanto a Plečnik, la obra de este gran creador, tanto en artesanía como en estilo, no se somete fácilmente a juicios limitados dentro del espacio, el tiempo, la ideología o el gusto. En efecto, Plecnik vivió (…) en un periodo de transición al, y de pleno auge del, Modernismo, y trabajó en la zona histórica y geográfica del centro y sureste de Europa, también de transición entre culturas engendradas por el imperio romano y luego asimiladas por el imperio austrogermánico, pero que siempre mantuvo su genuina identidad eslava [2].


¿Cómo eran sus planos para un posible Parlamento de Eslovenia? Ángel Medina y Milan Vancura los describen así: (…) Sobre la planta circular de la Cámara, y sostenido por doce columnas inclinadas gigantescas, Plecnik proyectó su más puro diseño cónico. El inmenso cono incluía, sobre las columnas de la Cámara, la cúpula de esta sala y, elevándose sobre ella, subía hasta el tope mismo del cono una interminable rampa en espiral con revestimiento transparente. En su proyectada sede de la colina de Tívoli en Liubliana, el edificio del Parlamento iba a ser, según el arquitecto, “la catedral de nuestra libertad” [2].


El fracaso de aquel majestuoso cono, que habría alcanzado los 120 metros de altura, obedeció a la conjunción de diversos factores: la ubicación en esa simbólica colina sobre Liubliana habría supuesto destruir los restos de una primitiva fortaleza; el coste de la obra, en plena postguerra, resultaba inasumible para las autoridades eslovenas y era mal visto desde Belgrado, donde se propugnaba una visión federal sin movimientos nacionalistas que pudieran contar con sus propios y monumentales símbolos; y, sin duda, el trasfondo religioso que impregnaba las obras religiosas de Plečnik (iglesias de ciudad o de campo, capillas conmemorativas, monumentos, fuentes y cementerios) se fundó también en su espiritualidad personal [2] que tampoco era del gusto de los gobernantes de una República Socialista.


Citas: [1] ÁLVAREZ VÉLEZ, I. & ALCÓN YUSTAS, F. “Estudio introductorio a la Constitución de Eslovenia”. En: Revista de las Cortes Generales, 2005, nº 66, pp. 308 y 309. [2] MEDINA, Á. & VANCURA, M. “La arquitectura religiosa de Joze Plecnik”. En: Revista de Arquitectura, 2018, pp. 101 a 111.

El editor del blog en Liubliana (Eslovenia)

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