En septiembre de 2004, cuando el actor Arnold Schwarzenegger todavía era Gobernador de California, el Capitolio de Sacramento –capital de ese Estado– sacó adelante un polémico proyecto de Ley que prohibía la alimentación forzosa de los patos y gansos californianos para producir foie gras con sus hígados; así como la venta de este producto cuando se hubiera elaborado con aves alimentadas por la fuerza. La idea partió de una ONG llamada Viva!USA (sección local del grupo Vegetarians International Voices for Animals, fundada en Gran Bretaña en 1994 para luchar en favor de un mundo vegetariano) y contó con el apoyo de conocidos artistas como Martin Sheen, Paul McCartney o Kim Bassinger.
El proyecto de Ley –que entrará en vigor el 1 de julio de 2012 tras una extensa vacatio legis de siete años y medio que pretende minimizar los efectos ocasionados en los intereses de estas industrias para que modifiquen sus prácticas comerciales, según la norma– prohíbe el engorde artificial de estos animales a los que durante dos o tres semanas se les introducía un tubo por el esófago hasta el estómago para forzarlos a comer tres veces diariamente con el objetivo de que su hígado se desarrollase hasta diez veces su tamaño normal. Pasado ese tiempo, el animal era sacrificado y se elaboraba el producto con su víscera.
Esta norma ha modificado el Código californiano de Salud y Seguridad en sus secciones 25.980 a 25.984, donde establece que una persona no puede obligar a alimentar a un ave con el propósito de dilatar su hígado más allá de su tamaño normal, o contratar a otra persona para hacerlo. Quien lo haga pagará una multa de hasta 1.000 dólares por cada vez que infrinja esta norma y hasta otros 1.000 dólares por cada día que reitere su infracción.
Entre diciembre de 2006 y mayo de 2008, el alcalde de Chicago (Ilinóis) también prohibió el foie gras en su ciudad, pero revocó la prohibición, afirmando que había sido la ley más absurda aprobada por su ayuntamiento. Durante el año y medio que estuvo en vigor, los restaurantes recurrieron a todo tipo de prácticas clandestinas –como si fuera una nueva Ley Seca– para continuar sirviéndolo. Un periodista del Chicago Tribune, Mark Caro, recogió todas aquellas anécdotas en un libro titulado La guerra del foie gras.
Lo curioso es que la repercusión que ha tenido ley californiana en los medios de comunicación, porque tampoco ha sido la primera; de hecho, en la Unión Europea sólo hay cinco países que aún permiten estas prácticas de engorde: Bélgica, Bulgaria, España, Hungría y Francia, donde el Art. L654-27-1 del Código Rural francés establece, desde enero de 2006, que Le foie gras fait partie du patrimoine culturel et gastronomique protégé en France. On entend par foie gras, le foie d'un canard ou d'une oie spécialement engraissé par gavage (es decir, que El foie gras forma parte del patrimonio cultural y gastronómico protegido de Francia. Se entiende por foie gras, el hígado de un pato o de un ganso cebado especialmente mediante una sonda). El resto de la Unión Europea o bien lo prohíbe expresamente mediante leyes específicas (como sucede en Alemania o Italia) o con las leyes generales de protección de los animales (Holanda o el Reino Unido).
Actualmente, en España, una de las escasas referencias normativas al foie-gras (con guión) aparece en el Art. 4 del Real Decreto 640/2006, de 26 de mayo, que regula las condiciones de higiene, producción y comercialización de los productos alimenticios, señalando que: La carne procedente de aves de corral y lagomorfos sacrificados en la explotación para la producción de alimentos sólo podrá destinarse para consumo doméstico privado, con excepción de las aves destinadas a la producción de foie-gras; por cierto, yo tampoco sabía qué son los lagomorfos: es como se llama en zoología a los conejos y las liebres.
A raíz de publicar esta entrada en mi blog, se puso en contacto conmigo Ramón Puyuelo (gerente de INTERPALM) para enviarme una nota de prensa y recomendar "visitar la página web www.elfoiegras.es"
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