Ya sabemos que cuando han transcurrido los primeros 59 segundos, a continuación, da comienzo el segundo minuto; y cuando pasan 59 minutos, empieza la segunda hora. Esto sucede así porque el tiempo se mide por un sistema sexagesimal que toma como base aritmética el 60, mientras que otras unidades –por ejemplo, la distancia– son centesimales; por ese motivo, después de los primeros 59 centímetros no cambiamos al segundo metro sino tras el nº 99 porque su base es el 100, no el 60. El origen de esta regla se remonta al nacimiento de nuestra civilización en el territorio que, actualmente, se extiende por la conflictiva frontera entre Irán e Iraq. En Mesopotamia –como ha señalado el profesor italiano Enrico Ascalone– se usaba el sistema sexagesimal y se dividían por 60 el talento y la mina [1]. Al parecer, los pueblos que habitaron las llanuras situadas entre los ríos Tigris y Éufrates –sumerios, acadios, babilonios, asirios, etc.– a partir del siglo XXXIV a.C. hacían las cuentas levantando el pulgar de la mano derecha como “1” y continuaban hasta el “12” –de donde procede contar en docenas– sumando cada una de las tres falanges de los restantes cuatro dedos. A partir del “13”, indicaban la primera decena con un dedo de la mano izquierda y repetían la operación con la mano diestra, de manera que, con ambas manos, podían llegar sin dificultad hasta 60 [12 x 5] y esa cifra se convirtió en su referencia para llevar a cabo cualquier operación.
Así nacieron las unidades de medida y, con ellas, la metrología que con el transcurrir del tiempo se fue configurando como la ciencia que tiene por objeto el estudio de los sistemas de pesas y medidas (incluyendo todos los aspectos teóricos y prácticos de la medición, sea cual sea su campo de aplicación). A partir de las implicaciones jurídicas de esa disciplina surgió la denominada metrología legal: el área de la metrología que se ocupa de las exigencias legales, técnicas y administrativas, relativas a las unidades de medida, los métodos de medición, los instrumentos de medir y las medidas materializadas [2]. Al fin y al cabo, si compramos un kilo de legumbres, la balanza debe calibrarse para pesar exactamente ese kilogramo, y si pagamos por echar 30 litros de gasolina en el coche, el surtidor tiene que darnos esa cantidad y no otra; es decir, esta especialidad de la ciencia metrológica se ocupa de los procedimientos de aplicación y ejecución del marco normativo y reglamentario a los instrumentos y métodos que se emplean en su ámbito.
En el mundo, la Organización Internacional de Metrología Legal [Organisation internationale de métrologie légale (OIML), con sede en París] se creó mediante la firma de un convenio, el 12 de octubre de 1955, con el fin de promover la estandarización de las reglas metrológicas. España lo ratificó el 17 de junio de 1958.
Notas: [1] ASCALONE, E. Mesopotamia. Barcelona: Electa, 2006, p. 237. [2] Laboratorio Tecnológico del Uruguay.
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