La Resolución 3180 (XXVIII) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de 17 de diciembre de 1973, convocó una Conferencia Mundial de la Alimentación, al año siguiente en Roma, bajo los auspicios de la ONU y patrocinada por la FAO. Según el órgano plenario de esta organización, aquel foro –una conferencia intergubernamental a nivel ministerial, bajo la responsabilidad del Consejo Económico y Social (ECOSOC)– lograría resolver el problema alimenticio mundial en el marco más amplio del desarrollo y de la cooperación económica internacional; aumentando la producción, el consumo y el comercio de productos alimenticios de los países en desarrollo. La Conferencia se celebró en la capital italiana del 5 al 16 de noviembre de 1974 y, entre otras medidas, estableció un Consejo Mundial de la Alimentación compuesto por treinta y seis miembros y adoptó la Declaración Universal sobre la Erradicación del Hambre y la Malnutrición que la Asamblea General de la ONU hizo suya apenas un mes más tarde mediante la resolución 3348 (XXIX), de 17 de diciembre de 1974.
Inauguración de la Conferencia Mundial de la Alimentación |
Asimismo, en respuesta a la escasez mundial de alimentos que caracterizó a la década de los años 70 y que provocó hambrunas y malnutriciones generalizadas, en especial, en los países africanos del Sahel, aquella Conferencia decidió que debía establecerse inmediatamente un Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, a fin de financiar proyectos de desarrollo agrícola, principalmente para la producción de alimentos en los países en desarrollo. Ese fue el origen del FIDA, que mantuvo su sede en Roma: una institución financiera internacional y, al mismo tiempo, uno de los quince organismos especializados de las Naciones Unidas, como veremos a continuación.
Su norma básica es el Convenio Constitutivo del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, hecho en Roma el 13 de junio de 1976 (BOE de 14 de febrero de 1979); enmendado en 1986, 1989, 2006 y 2010. Su Art. 2 estableció el objetivo del Fondo: consistirá en movilizar recursos financieros adicionales que estén disponibles en condiciones de favor a fin de fomentar la agricultura en los Estados Miembros en desarrollo. Para alcanzar esta meta, el Fondo financiará principalmente proyectos y programas destinados en forma expresa a iniciar, ampliar o mejorar los sistemas de producción de alimentos y a reforzar las políticas e instituciones en el marco de las prioridades y estrategias nacionales, teniendo en cuenta: la necesidad de incrementar la producción de alimentos en los países más pobres que tienen déficit alimentario, el potencial de aumento de esa producción en otros países en desarrollo, la importancia de mejorar el nivel de nutrición de las poblaciones más pobres de los países en desarrollo, así como sus condiciones de vida. A continuación, el Art. 6 del Convenio definió su estructura orgánica: El Fondo tendrá: a) Un Consejo de Gobernadores [la máxima autoridad decisoria del FIDA; su órgano plenario]. b) Una Junta Ejecutiva [formada por 18 miembros y otros tantos suplentes; dispone de plena autoridad para decidir sobre el programa de trabajo, aprobar proyectos, programas y donaciones, y adoptar o recomendar (en espera de la aprobación final del Consejo de Gobernadores) medidas sobre asuntos relacionados con las políticas, el presupuesto administrativo anual, las solicitudes de ingreso en calidad de miembro y el personal del Fondo]. c) Un Presidente [desde el 1 de octubre de 2022, y durante un mandato de 4 años, el Consejo de Gobernadores nombró al español Álvaro Lario como séptimo Presidente del FIDA] y el personal que sea necesario para que el Fondo desempeñe sus funciones.
Finalmente, el Art. 8.1 contempló que el Fondo iniciaría negociaciones con la ONU para concertar un acuerdo que establezca un vínculo con las Naciones Unidas en la forma prevista para los Organismos especializados en el artículo 57 de la Carta de las Naciones Unidas. Acuerdo que se aprobó el 15 de diciembre de 1977 (A/RES/32/107) y, por el momento, ha sido la última de las quince agencias especializadas del sistema onusiano.
Hoy en día, el FIDA cuenta con 177 Estados miembros, entre los que se incluyen países en desarrollo, de ingresos medianos y de ingresos altos, de todas las regiones del mundo, que se han comprometido a erradicar la pobreza en las zonas rurales. (…) Sus Estados Miembros no están obligados a aportar cuotas de contribución anuales, pero cerca de 100 de sus miembros respaldan voluntariamente la labor del Fondo mediante contribuciones financieras como muestra de su compromiso con el FIDA (*).
El Convenio Constitutivo del Fondo entró en vigor, para España, el 27 de noviembre de 1978. El Gobierno de Madrid también ha suscrito un Acuerdo de asociación entre el Reino de España y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, hecho en Roma el 27 de noviembre de 2007 (con el fin de mantener una colaboración continua en la ejecución de programas, proyectos y actividades de cooperación); y un Acuerdo Marco de Cofinanciación entre Reino de España y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, hecho en Madrid y Roma el 22 de septiembre de 2020 (que formalizó un marco estructurado para cofinanciar proyectos de desarrollo).
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