La pregunta debe ser tan habitual que incluso el propio Banco Mundial la responde en su portal de internet: (…) Ambas instituciones, que fueron creadas en la Conferencia de Bretton Woods en 1944, tienen misiones complementarias. El Grupo Banco Mundial trabaja con los países en desarrollo con el fin de reducir la pobreza y aumentar la prosperidad compartida, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) se ocupa de estabilizar el sistema monetario internacional y actúa como autoridad de supervisión del sistema monetario internacional. El Grupo Banco Mundial proporciona financiamiento, asesoramiento en materia de políticas y asistencia técnica a los Gobiernos, y también se centra en el fortalecimiento del sector privado de los países en desarrollo. El FMI hace el seguimiento de la economía mundial y la los países miembros, concede préstamos a los países que enfrentan problemas de balanza de pagos, y presta ayuda práctica a los miembros. Para ser elegibles para ser miembros del Grupo Banco Mundial, los países deben primero adherirse al FMI; en la actualidad, cada una de estas instituciones cuenta con 189 países miembros. Y, en sentido contrario: El miembro que dejare de pertenecer al Fondo Monetario Internacional dejará automáticamente de ser miembro del Banco dentro del plazo de tres meses, a menos que el Banco le permita seguir siéndolo por mayoría de tres cuartos de la totalidad de los votos (Art. VI.3 del Convenio Constitutivo del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, de 1944).
Es decir, por un lado, el Grupo Banco Mundial –que, en realidad, está integrado por cinco instituciones: el mencionado Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y la Asociación Internacional de Fomento (AIF) constituyen el Banco Mundial; a las que hay que añadir la Corporación Financiera Internacional (IFC), el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA) y el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI)– es una de las principales fuentes internacionales de financiamiento y conocimientos para los países en desarrollo (todo el grupo tiene el compromiso común de reducir la pobreza, aumentar la prosperidad compartida y promover el desarrollo sostenible).
Y, por otro, el FMI garantiza la estabilidad del sistema monetario internacional (el sistema de pagos internacionales y tipos de cambio que permite a los países y a sus ciudadanos efectuar transacciones entre sí) para promover la cooperación monetaria internacional, garantizar la estabilidad financiera, facilitar el comercio internacional, favorecer un empleo elevado y un crecimiento económico sostenible y reducir la pobreza en el mundo entero.
Como señalaba el propio Banco Mundial, los Convenios Constitutivos de ambos organismos especializados de las Naciones Unidas –tanto el del BIRF que dio origen al actual Grupo como el del FMI– fueron aprobados en la Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas celebrada en Bretton Woods (Nueva Hampshire, Estados Unidos), del 1 al 22 de julio de 1944. El 31 de marzo de 1999, ambas “agencias” firmaron los veintiocho apartados del IMF-World Bank Concordat en sustitución de las directrices originales de 1970 (y desarrolladas en 1980); un nuevo acuerdo en el que se establecieron los pasos administrativos y procedimentales necesarios para asegurar una colaboración constructiva y más fuerte entre ellos.
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