lunes, 22 de diciembre de 2025

Los azulejos de los prisioneros

Por el testimonio que nos han legado las «Cartas de Amarna» -más de trescientas tablillas del siglo XIV a. C. cinceladas en escritura cuneiforme- sabemos que los faraones del Antiguo Egipto mantenían correspondencia con las autoridades de otras naciones vecinas (Babilonia, Asiria, Arzawa, Alasia, Mitani o Hatti) en las que despachaban asuntos de diversa índole, desde concertar matrimonios hasta buscar alianzas político-militares; y cuando estas últimas fracasaban y sus pioneras relaciones internacionales concluían en un conflicto armado, por el «Papiro de Brooklyn» sabemos de la existencia de la llamada «Gran Prisión de Tebas» que, hoy en día, debería entenderse con cierta cautela, asociándola a la idea de un establecimiento donde se confinaba la mano de obra de prisioneros, más similar a un campo de concentración que a un verdadero establecimiento penitenciario. Para los antiguos egipcios, aquellos prisioneros que procedían de otros territorios cercanos no solo eran enemigos a los que consideraban inferiores sino un buen tema para representarlos con sumo detalle en algunas piezas de arte pero sin ninguna inscripción.

El galicismo fayenza se emplea para designar una loza fina esmaltada o barnizada (DRAE); se elaboraba con cuarzo o arena molida y pequeñas cantidades de natrón, ceniza o cal. Se cubría con una pátina de barniz y se cocía a muy alta temperatura. (…) A menudo estos barnices tomaban el color de piedras semipreciosas, creando la ilusión de que el objeto estaba manufacturado a partir de estas y no de una materia prima mucho más modesta. El color más habitual para este barniz era el azul turquesa, aunque también se empleaban otras tonalidades de azul más oscuro, amarillo, rojo, verde e incluso púrpura [1]. A finales del siglo XIX y comienzos del XX se descubrieron algunos de esos azulejos vidriados de forma rectangular en Leontópolis (Tell el-Yahudiya) y en Medinet Habu (cerca de Tebas) que mostraban con notable realismo a los extranjeros que caían prisioneros de los egipcios en tiempos de Ramses III (s. XII a.C.) y que, en la actualidad, se conservan, principalmente, en el Museo Egipcio de El Cairo y en el de Bellas Artes [MFA] de Boston (Estados Unidos).

Estos azulejos de los prisioneros nos muestran a libios, amorreos, nubios, cananeos, sirios, hititas, filisteos, babilonios… de pie, algunos maniatados, otros con cepos de cuerdas blancas y negras colocados alrededor de sus cuellos.

Por ejemplo, en el Templo Funerario de Ramsés III en Medinet Habu (Tebas Oeste), las entradas al palacio estaban decoradas en sus bordes inferiores derecho e izquierdo con imágenes de los enemigos [de Egipto]. Los únicos cinco baldosines [azulejos de fayenza] que se han conservado [en el Museo Egipcio de El Cairo] muestran, de izquierda a derecha, a un libio con tatuajes, un nubio, un sirio barbado, un beduino shasu con pañuelo amarillo en la cabeza y un hitita con un birrete y sus respectivos peinados y trajes típicos. Los enemigos están atados y ya no representan ningún peligro para la existencia de Egipto [2].

Citas: [1] IKRAM, S. Antiguo Egipto. Introducción a su historia y cultura. Córdoba: Almuzara, 2021. [2] ENDRUWEIT, A. "Casas, ciudades y palacios: la cultura residencial". En SCHULZ, R. & SEIDEL, M. (eds.). Egipto. El mundo de los faraones. Colonia: Könemann, 1997, p. 396.

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