viernes, 3 de mayo de 2019

Palabras sueltas (XXIV): KRUM, KRIM y KROM

Durante los convulsos años 60, en los países escandinavos surgieron algunos movimientos de intelectuales y profesionales preocupados por la situación de las cárceles y la política penitenciaria. Su punto de partida fue la celebración en Suecia de un foro nacional denominado El Parlamento de los Ladrones [The Parliament of Thieves] que se celebró en la ciudad de Strömsund, en 1966; en aquella reunión, presos que aún cumplían sus condenas y antiguos reclusos explicaron a la sociedad, los activistas y los medios de comunicación, de primera mano, cómo era vivir en una prisión, transmitiéndoles la idea de que los establecimientos penitenciarios eran inhumanos y que los detenidos debían desempeñar un papel más destacado para reformar estos centros y, en última instancia, abogar por la abolición del sistema carcelario (el abolicionismo penal fue una meta que, en aquel momento, causó una gran alarma).
 
A raíz de aquella preocupación, ese mismo año surgió en Suecia el KRUM (acrónimo de Kriminalvårdens Humanisering (Humanización de los servicios correccionales)] acompañada de otras dos organizaciones no gubernamentales similares que se establecieron, en 1967, en Dinamarca (KRIM), y el 27 de mayo de 1968, en el Museo Munch de Oslo, la Asociación Noruega para la Reforma Penal [Norsk forening for kriminalreform o simplemente KROM, palabra que –según el profesor Thomas Mathiesen, uno de sus impulsores, no significaba nada pero se asemejaba a las otras dos asociaciones ya existentes (*)].
 
Hoy en día, el KROM es la única de aquellas tres “Kas” escandinavas que continúa su actividad gracias al trabajo de abogados, criminólogos, detenidos, ex detenidos, profesionales del servicio penitenciario, etc. [1].
 
 
Los criminólogos han escuchado hablar del "Krom" noruego (…) y sus contrapartes escandinavos "Krum" (Suecia) y "Krim" (Dinamarca, Finlandia). Ellos saben que la abolición del trabajo forzado como sanción penal se le atribuye al Krom con la misma unanimidad con que se acredita a este pequeño grupo el evitar la instalación de casas de arresto para jóvenes. Han escuchado mucho sobre las actividades de Michel Foucault en el grupo abolicionista francés que se opone a la existencia de las cárceles y hasta tal vez sepan algo del "Krak" alemán y sus enfrentamientos con la represión en el ámbito de la justicia penal [2].
 
Medio siglo después de su establecimiento, KRUM, KRIM y KROM aún representan el movimiento de la descarcelación, de la antipsiquiatría, de los primeros pasos de la criminología radical [3].
 
Citas: [1] DE FOLTER, R. S. “Sobre la fundamentacion metodologica del enfoque abolicionista del sistema de justicia penal”. En: AA.VV. Abolicionismo penal. Buenos Aires: Ediar, 1989, p. 69. [2] SCHEERER, S. “Hacia el abolicionismo”. En: AA.VV. Abolicionismo penal. Buenos Aires: Ediar, 1989, p. 20. [3] SÁNCHEZ RODRÍGUEZ, S. “Recordando a Louk Hulsman. Simple testimonio de un lector”. En: PÉREZ ÁLVAREZ, F. (Ed.). In memoriam Louk Hulsman. Salamanca: Universidad de Salamanca, 2016, p. 45.

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