- Islandia: del 20 al 23 de mayo de 1944 –en pleno conflicto y con Dinamarca ocupada por el ejército nazi– las autoridades de Reikiavik convocaron un referéndum para preguntar a sus habitantes si, por un lado, querían continuar siendo el Reino que se estableció en el Acta de Unión entre Dinamarca e Islandia, firmado el 1 de diciembre de 1918 (se reconocía la soberanía de la isla ártica pero mantenía al rey danés como soberano) y si, por otro, al poner fin a dicha unión personal se proclamaba la nueva República de Islandia. El resultado de la consulta fue abrumador y más del 98% de los islandeses prefirieron desvincularse del trono de Copenhague y cambiar su forma de gobierno.
- Italia: dos años más tarde que los islandeses, los italianos también acudieron a las urnas en el referéndum sulla forma istituzionale dello Stato que se celebró el 2 de junio de 1946 y que, tradicionalmente, se considera que es la fecha en que se funda la actual Repubblica Italiana con el 54% de los votos republicanos frente al 46% monárquico. Recordemos que el país transalpino alcanzó la unidad tras el periodo de unificación nacional [Risorgimento] que culminó en 1861 con la proclamación del Regno d'Italia.
- Bulgaria: tres meses más tarde que Italia, el Gobierno de Sofía convocó a los ciudadanos búlgaros para que el 8 de septiembre de 1946 decidieran si preferían continuar con la dinastía del rey Simeón II o instaurar una República. Ganó la segunda opción con un porcentaje casi tan rotundo como en Islandia: el 95,6% de los votos. El día 15 de ese mismo mes se proclamó la República Popular de Bulgaria y el 4 de diciembre de 1947 se adoptó la «Constitución de Dimitrov» (por el líder comunista local, Georgi Dimitrov).
En sentido contrario, el 8 de diciembre de 1974, la Junta de los Coroneles que gobernaba Grecia desde 1967 convocó un referéndum para preguntar al pueblo sobre la forma de gobierno del país: mantener la República Helénica (69%) o volver a instaurar la monarquía del exiliado rey Constantino II (31%).
Como curiosidad, uno de los reinados europeos más singulares fue el de Carlos I de Finlandia, príncipe alemán que fue elegido soberano finés el 9 de octubre de 1918 –tras lograr Helsinki la independencia de San Petersburgo (6 de diciembre de 1917)– pero renunció al trono el posterior 14 de diciembre; es decir, la República de Finlandia fue Reino apenas dos meses.
NB: fuera de Europa es probable que la consulta popular más significativa que haya cambiado una forma de gobierno sea el referéndum del último Chogyal [rey] de Sikkim. Este pequeño reino del Himalaya convocó a sus ciudadanos a las urnas, tal día como hoy, el 14 de abril de 1975 para abolir la monarquía (con el 97,55% de los sufragios a favor) pero no para constituirse en una república sino para integrarse como un Estado federado más de la India, su vecino del Sur.
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