La A/RES/74/241, de 19 de diciembre de 2019, decidió designar el 21 de mayo de cada año como Día Internacional del Té. En la parte expositiva de esta resolución, la Asamblea General de las Naciones Unidas observó que la producción y elaboración de té constituye una fuente principal de sustento para millones de familias de países en desarrollo; que el té constituye el principal medio de subsistencia de millones de familias pobres de varios países menos adelantados y que la producción y elaboración de té contribuye a la lucha contra el hambre, la reducción de la pobreza extrema, el empoderamiento de las mujeres y el uso sostenible de los ecosistemas terrestres; por ese motivo, el órgano plenario de la ONU reconoció que la industria del té es la principal fuente de renta e ingresos de exportación para algunos de los países más pobres y, al ser un sector con un elevado coeficiente de mano de obra, genera puestos de trabajo, en especial en zonas remotas y desfavorecidas desde el punto de vista económico y que el té puede desempeñar un papel significativo en el desarrollo rural, la reducción de la pobreza y la seguridad alimentaria en los países en desarrollo, al ser uno de los cultivos comerciales más importantes.
A diferencia de lo que sucede con otros productos básicos -como el café, el cacao o el azúcar- el mercado del té no cuenta con una organización internacional que defienda sus intereses aunque se intentó: la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo reunió en Ginebra (Suiza) la Intergovernmental Conference of the Tea Producing Countries con los países productores de té, del 7 al 17 de septiembre de 1976, con el objetivo de crear la Asociación Internacional de Fomento del Té.
De los veintiún países exportadores netos de té que fueron invitados a la conferencia tan solo India, Indonesia, Kenia, Malaui, Mauricio, Sri Lanka y Tanzania -que representaban más de dos tercios del volumen total de exportaciones de té mundial- firmaron el Acuerdo que estableció esta organización el 31 de marzo de 1977 en aquella ciudad helvética [Agreement establishing the International Tea Promotion Association (ITPA)], quedando el tratado abierto para su firma en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, del 15 de abril al 15 de octubre de 1977. Entró en vigor el 23 de febrero de 1979 y celebró su primera reunión en Róterdam (Países Bajos) del 2 al 10 de junio de 1980. Ese mismo año, el 30 de enero, se firmó el acuerdo de sede con el gobierno neerlandés para ubicar la ITPA en La Haya trasladándola desde su anterior sede en Nairobi (Kenia).
Desde entonces, Sri Lanka se retiró en 1982 y la India en 1984 (de acuerdo con el derecho de retirada voluntaria previsto en su Art. 23); con la única incorporación de Bangladés, en 1979, como octavo Estado parte (la adhesión se contempla en el Art. 20). Otras naciones -como Argentina, Camerún, China, Ecuador, Papúa-Nueva Guinea o Vietnam- finalmente no lo suscribieron aunque reunían las condiciones necesarias para participar en él.
Jackson Pollock | La taza de té (1946) |
El Acuerdo por el que se fundó la Asociación Internacional de Promoción del Té reconoció la necesidad de establecer un órgano central de los países productores y exportadores netos de té para la coordinación de la promoción genérica y para la formulación, la aplicación y la evaluación de una estrategia de promoción a nivel global; con ese objetivo, la Asociación facilita el desarrollo e intensificación de la coordinación de la política y de las actividades de los miembros a fin de mantener e incrementar la demanda y el consumo de té que el Art. 3.1 define como: todo producto manufacturado a partir de las hojas de cualquier variedad de camellia sinensis, o todo derivado del mismo, que se reconozca y sea objeto de comercio en los mercados internacionales de té como tal o como cualquiera de sus derivados.
La Asociación funcionó por medio de su Junta Directiva [autoridad suprema (Art. 6) que procuraba adoptar sus decisiones por consenso y, si no se lograba, por mayoría simple (Art. 9)], su Director Ejecutivo [primer funcionario de la Asociación (Art. 11)] y su personal; pero, desde los años 80 hibernó y, con el cambio de siglo, la ITPA tan solo apareció mencionada en un listado que el gobierno neerlandés facilitó al Consejo de la Unión Europea para modificar la Instrucción consular común, en 2002, informando sobre la lista de las organizaciones internacionales instaladas en los Países Bajos, donde dedicó una escueta línea a la Asociación Internacional para la Promoción del Té (International Tea Promotion Association—ITPA); y, lo más reciente, a la hora de redactar esta entrada, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) aún continúa incluyéndola en su lista de 116 organizaciones no gubernamentales reconocidas como entidades consultivas [TD/B/IGO/LIST/12, de 14 de agosto de 2023].
De modo que, formalmente, la ITPA aún existe porque no ha llegado a disolverse de acuerdo con el procedimiento contemplado en el Art. 26 de su Acuerdo [El presente Convenio se mantendrá en vigor a menos que se decida darlo por terminado mediante una decisión adoptada por dos tercios, como mínimo, de los miembros, cuyo volumen total de exportaciones de té represente, por lo menos, dos terceras partes del volumen total de las exportaciones de todos los miembros] pero tampoco se encuentra operativa desde hace tiempo.
NB: recordemos que las organizaciones internacionales -como los seres vivos- también nacen, crecen y se desarrollan… aunque algunas al final de su vida deciden disolverse [el «Pacto de Varsovia» o la Unión Latina] o ni siquiera dan ese paso y, al estilo de la IPA, simplemente, languidecen [«ANZUS»].
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