viernes, 28 de julio de 2023

¿Qué es la «Comisión Especial INGE»?

Esta apropiación directa del inglés INGE Special Committee es el nombre coloquial que recibe la Comisión Especial sobre Injerencias Extranjeras en todos los Procesos Democráticos de la Unión Europea, en particular la Desinformación [Special Committee on foreign interference in all democratic processes in the European Union, including disinformation]; creada el 18 de junio de 2020 por el Parlamento Europeo, con el mandato de formular un enfoque a largo plazo para hacer frente a las pruebas de injerencias extranjeras en las instituciones y los procesos democráticos de la Unión y sus Estados miembros. La reunión constitutiva de la Comisión se celebró el 23 de septiembre de 2020 y, sobre la base de una larga serie de testimonios de diversos expertos y profesionales en la materia, la ponente -la política letona Sandra Kalniete- expuso la realidad, el alcance y la extrema sofisticación de la infinidad de formas adoptadas por las agresivas operaciones de injerencia decididas y financiadas por agentes extranjeros contra la Unión (…). Desde las campañas de desinformación de nueva escala relacionadas con la COVID-19 hasta los ciberataques contra entidades de autoridades públicas que incluyen las infraestructuras de salud pública, pasando por las estrategias de injerencia que integran la captación de élites y el ejercicio de presiones en el ámbito industrial, la financiación encubierta de actividades políticas, el control de centros académicos y culturales o la instrumentalización de diásporas nacionales, nuestra comisión ha venido analizando la dimensión polifacética y dinámica de este nuevo tipo de guerra cuyo propósito es socavar la cohesión social y la confianza mutua de nuestras sociedades democráticas europeas para debilitarlas.

La Decisión del Parlamento Europeo, de 18 de junio de 2020, sobre la constitución, competencias, composición numérica y duración del mandato de la Comisión Especial INGE -se pronuncia /ingue/- delimitó sus responsabilidades: desde investigar la dependencia de la Unión de las tecnologías extranjeras hasta luchar contra las campañas de información y la comunicación estratégica de terceros países hostiles, pasando por definir posibles ámbitos que requieran acciones legislativas y no legislativas que puedan dar lugar a una intervención de las plataformas de medios de comunicación social con el objetivo de etiquetar contenidos compartidos mediante bots, revisar algoritmos para conseguir que sean lo más transparentes posible en lo que se refiere a los factores que les llevan a mostrar, priorizar, compartir, descategorizar y suprimir el contenido, y cerrar las cuentas de las personas que participan en actividades coordinadas en el marco de un comportamiento no auténtico en línea o en actividades ilegales destinadas a socavar sistemáticamente los procesos democráticos o a fomentar la incitación al odio, sin comprometer la libertad de expresión.


Aquella Comisión Especial INGE -que ahora se denomina INGE 1- concluyó su mandato el 23 de marzo de 2022; días antes de expirar el plazo, el Parlamento Europeo adoptó la nueva Resolución de 9 de marzo de 2022 sobre las injerencias extranjeras en todos los procesos democráticos de la Unión Europea, incluida la desinformación. Su preámbulo no pudo ser más explícito sobre el aumento de los intentos de injerencia extranjera, cada vez más sistémicos y sofisticados, basándose en un uso generalizado de la inteligencia artificial (IA) (…) las injerencias extranjeras constituyen una grave violación de los valores y principios universales en los que se fundamenta la Unión, como la dignidad humana, la libertad, la igualdad, la solidaridad, el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, la democracia y el Estado de Derecho. (…) Rusia ha llevado a cabo una campaña de desinformación de una maldad y magnitud sin precedentes con el fin de engañar tanto a los ciudadanos nacionales como a la comunidad internacional de Estados en su conjunto desde antes de iniciar su guerra de agresión contra Ucrania el 24 de febrero de 2022 y durante la misma. (…) las pruebas demuestran que agentes estatales y no estatales extranjeros malintencionados y autoritarios, como Rusia y China, entre otros, utilizan la manipulación de la información y otras tácticas de injerencia para interferir en los procesos democráticos en la Unión.

Asimismo, entre otros contenidos, condenó el uso ilícito y a gran escala del software de vigilancia y programa espía Pegasus del grupo NSO por parte de entidades estatales, como Marruecos, Arabia Saudí, Hungría, Polonia, Baréin, los Emiratos Árabes Unidos y Azerbaiyán, contra periodistas, defensores de los derechos humanos y políticos.


Con esa base, el europarlamento adoptó la Decisión del Parlamento Europeo, de 10 de marzo de 2022, sobre la constitución, competencias, composición numérica y duración del mandato de la Comisión Especial sobre Injerencias Extranjeras en todos los Procesos Democráticos de la Unión Europea, en particular la Desinformación (ING2 Special Committee o, simplemente, ING2); decidiendo que la comisión especial estará formada por 33 miembros y que cuando el trabajo de la comisión especial incluya la presentación de pruebas de carácter confidencial, testimonios que contengan datos de carácter personal o intercambios de opiniones o audiencias con autoridades y organismos sobre información confidencial, incluidos estudios científicos o partes de los mismos a los que se conceda un trato confidencial con arreglo al artículo 63 del Reglamento (CE) nº 1107/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo, las reuniones se celebrarán a puerta cerrada; decide asimismo que los testigos y los peritos tengan derecho a declarar o testificar a puerta cerrada.

Todo ello porque las propias autoridades europeas reconocieron, de acuerdo con el informe de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) sobre la representación de intereses en el siglo XXI [Lobbying in the 21st Century: Transparency, Integrity and Access (2021)] que solo los Estados Unidos, Australia y Canadá cuentan con normas que abordan la injerencia extranjera; que hay una grave carencia de normas jurídicamente vinculantes y de aplicación del registro de representantes de intereses de la Unión.

Por último, la Decisión del Parlamento Europeo, de 14 de febrero de 2023, readaptó la denominación y competencias de ING2 como «Comisión Especial sobre Injerencias Extranjeras en Todos los Procesos Democráticos de la Unión Europea, en particular la Desinformación, y sobre el Refuerzo de la Integridad, la Transparencia y la Rendición de Cuentas en el Parlamento Europeo» [Special Committee on foreign interference in all democratic processes in the European Union, including disinformation, and the strengthening of integrity, transparency and accountability in the European Parliament]; encargándola, por ejemplo, de contribuir a la resiliencia institucional general frente a las injerencias extranjeras, las amenazas híbridas y la desinformación en el período previo a las elecciones europeas de 2024.

Como resultado, el 13 de julio de 2023, la Cámara de Estrasburgo aprobó sus recomendaciones para la reforma de las normas del Parlamento Europeo en materia de transparencia, integridad, rendición de cuentas y lucha contra la corrupción; donde requirió una investigación en profundidad sobre el contacto estrecho y regular entre funcionarios rusos y representantes de un grupo de secesionistas catalanes en España, así como entre funcionarios rusos y el mayor donante privado para la campaña de salida del Reino Unido de la Unión Europea y, más allá del Kremlin, por ejemplo, también denunció con la máxima firmeza los presuntos intentos de Marruecos y Qatar por influir en diputados al Parlamento Europeo, los antiguos diputados y personal del Parlamento Europeo por medio de actos de corrupción, lo que constituye una injerencia extranjera grave en los procesos democráticos de la Unión.

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