viernes, 19 de marzo de 2021

Medioambiente (XL): la primera ley antipolución

Tanto el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española como el Diccionario del Español Jurídico definen el término “polución” como la contaminación intensa y dañina del agua o del aire, producida por los residuos de procesos industriales o biológicos. Aunque la preocupación legal por el medioambiente surgió, como vimos, en los años 70 del siglo XX, la legislación antipolución comenzó a desarrollarse unas décadas antes, en los años 40 y 50, en Gran Bretaña por el impacto que ocasionó una “tormenta perfecta” en la que confluyeron la contaminación emanada de las fábricas y calefacciones con unos bancos de niebla muy densos y unas bajas temperaturas. 

El profesor Alan A. Mister describe aquellas circunstancias así: (…) sobre la cuenca de Londres se formó un sistema anticiclónico o de altas presiones con aire relativamente frío. Estuvo marcado por un período de calma inusualmente prolongado que provocó una inversión de temperatura a una altura comparativamente baja de 200 a 500 pies. En esta masa estable y poco profunda de aire cargado de niebla se vertieron las sucias emisiones de las chimeneas de Londres del 5 al 8 de diciembre. Junto con la emanación de los tubos de escape de los vehículos, produjo una concentración de partículas y contaminación gaseosa que atascó los medidores de depósitos y los registradores de dióxido de azufre. Y lo más importante, los más débiles, los menos robustos, los ancianos y los enfermos de los bronquios se desplomaron de modo que la lista de muertos en Londres se incrementó en más de 4.000 personas entre el 6 y el 14 de diciembre. Los ciudadanos, tras recuperarse de su conmoción inicial, se movilizaron para lograr que mejorase la calidad del aire. Un comité bajo la presidencia de sir Hugh Beaver adoptó unas recomendaciones para mejorar la calidad del aire que se basaron en el establecimiento de zonas libres de humo [1]. Como resultado, el Parlamento británico terminó aprobando una ley en 1956, que se convirtió en la primera legislación de aire limpio integral del mundo [1].

Aunque la normativa pionera fue la británica, aquella confluencia de factores ambientales también se había producido en otros lugares de Europa. Según el profesor Meléndez Sánchez, (…) La era moderna de la contaminación atmosférica comienza con una serie de dramáticos episodios, el primero de los cuales sucedió en el valle del Mosa, en Bélgica, entre el 1 y el 5 de diciembre de 1930. Una intensa niebla ocupó el valle entre Lieja y Huy; varios miles de personas tuvieron ataques respiratorios y 63 murieron. Episodios parecidos se repitieron en otros lugares, entre ellos, Donora (Pennsylvania), con diecisiete muertos en octubre de 1948, y Londres en noviembre del mismo año, con más de setecientos muertos. De esta época datan los primeros simposios y conferencias sobre contaminación atmosférica (1949), y los primeros estudios a gran escala (por ejemplo, en Nueva York en 1937). Pero los cambios en la legislación hubieron de esperar al gran desastre de Londres de 1952 [la “Great Smog of London”]: una densa niebla que duró del 5 al 9 de diciembre y a la que se atribuyeron unos cuatro mil muertos. En 1956 se aprobó la «Ley del Aire Limpio» (Clean Air Act) en Gran Bretaña, y en 1963 en los Estados Unidos (que ya tenían una Ley de Control de la Polución, de 1955, mucho menos efectiva) [2].

La Clean Air Act, de 5 de julio de 1956, trató de poner fin a aquel grave problema que surgió cuando el humo (“smoke”) se mezclaba con la niebla (“fog”) dando lugar al “smog”; neologismo anglosajón que resultaba de la quema generalizada de carbón en condiciones climatológicas de frío, calma, humedad y en general desapacibles. (…) en “Casa desolada”, Charles Dickens decía de ese denso esmog que era una peculiaridad de Londres [3]; dando lugar a otra expresión coloquial que calificó a aquel fenómeno como una sopa de guisantes (“pea-souper”), por su aspecto denso y amarillo.


Aun así, toda esta normativa contó todavía con otro precedente, pero de carácter local y no nacional: la Manchester Corporation Act de 26 de julio de 1946, especificó las condiciones en las que se podría prohibir la emisión de humo en determinadas áreas urbanas de esta ciudad inglesa que entró en vigor en 1952, estableciendo sanciones por incumplir con esta pionera prohibición [4].

Citas: [1] MISTER, A.A. “Britain's Clean Air Acts”. En: The University of Toronto Law Journal, 1970, vol. 20, nº 2, p. 270. [2] MELÉNDEZ SÁNCHEZ, J. “Monitorización atmosférica: análisis y medida: análisis continuo”. En: MARTÍNEZ ATAZ, E. & DÍAZ DE MERA MORALES, Y. (Coord.). Contaminación atmosférica. Cuenca: Ediciones de la UCLM, 2004, p. 88. [3] BROOMFIELD, M. El aire que respiras: Guía del usuario de la atmósfera. Barcelona: RBA, 2020. [4] HEYS, R. “The Clean Air Act 1956”. En: British Medical Journal, 2012, vol. 345, p. 27. Pinacografía: Claude Monet | Waterloo Bridge, Fog (1903) y Houses of Parliament, Effect of Sunlight in the Fog (1904).

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