miércoles, 4 de julio de 2012

Medioambiente (IX): Chile, los perros vagos y la inseguridad canina

Hace unos días, mientras estábamos tomando un café, Tomás Montero me comentó el problema que, desde hace tiempo, tienen en Chile con las manadas de perros callejeros, despertando mi curiosidad para escribir el in albis de hoy. El 8 de noviembre de 2010, la profesora Patricia Araneda murió en el patio de su casa en Peñaflor –un municipio del área metropolitana de Santiago de Chile– cuando fue atacada por siete perros: tres san bernardos y cuatro mestizos. Su hija mayor, la estudiante de veterinaria Loreto Saavedra, salió a la parcela al escuchar los gritos de su madre, pero ambas mujeres fueron mordidas bestialmente en la cabeza, cuello, rostro y cuerpo (como describió el suceso el periódico local La Nación) provocándoles feroces heridas que les ocasionaron la muerte. Este ataque fue el punto de inflexión para que las autoridades comenzaran a adoptar medidas con las jaurías de perros asilvestrados que deambulan por las calles atemorizando a los viandantes y que no se estaba sufriendo tan solo en la capital chilena sino en Valparaíso y otras ciudades del país. Una situación que, para el alcalde santiaguino, Pablo Zalaquett, genera un problema sanitario y de seguridad para los vecinos y turistas que llegan a la capital.

Según el diario La Tercera –citando a la organización Proanimal Chile– se calcula que sólo en la Región Metropolitana de Santiago vagabundean 214.000 perros que, en 2010, provocaron cerca de 18.000 mordeduras.

Mientras algunas localidades establecieron planes de esterilización canina; la Municipalidad (Ayuntamiento) de Santiago aprobó una nueva Ordenanza de Tenencia Responsable de Mascotas en diciembre de 2010, ante el explosivo aumento de la población canina y felina, así como por la gran cantidad mordeduras de perros vagos en diversas comunas del país. El objetivo de esta norma reglamentaria es establecer los derechos y deberes de los vecinos que posean animales domésticos y de compañía en sus hogares así como fijar las condiciones sanitarias básicas que deben cumplirse respecto de estos animales; controlar su población; evitar enfermedades zoonóticas y fomentar su tenencia responsable; inscribiendo a las mascotas en un registro que les colocará un chip de identificación. Asimismo, todos los perros deberán salir a la calle sujetos con una cadena y, en función de las razas, con un bozal. La infracción de esta ordenanza será sancionada con diversas multas y denunciada a los juzgados por si pudiera constituir delito.

Esa tenencia responsable de mascotas también llegó a la Comisión de Salud del Senado de Chile que, en junio de 2012, acaba de dar el visto bueno a la nueva legislación nacional donde se reconoce un papel muy activo a las organizaciones protectoras de animales que podrán ejercitar acciones penales; estableció garantías civiles y penales para las víctimas –como el derecho de cualquier ciudadano al ejercicio de una acción popular– y defendió la esterilización de los perros como método para controlar la población animal, en lugar de recurrir al sacrificio (el recurso a la eutanasia canina viene siendo un debate abierto en la sociedad chilena desde hace más de un lustro).

1 comentario:

  1. hola nosotros somos estudiantes de Trabajo Social ,de la Universidad Católica del Maule y al igual que tu también nos interesa el tema de los perros vagos ,de hecho estamos haciendo un proyecto en el cual podamos intervenir después,para poder crear conciencia a la población sobre este tema y nos gustaría que pudieras visitar nuestro blog y hacer algún tipo de comentario que nos pudiera ayuda y que nos sirva de consejo .Saludos desde Curicó.

    http://contextosocialucm.blogspot.com/search?q=http%3A%2F%2Farchivodeinalbis.blogspot.com%2F2012%2F07%2Fmedioambiente-ix-chile-los-perros-vagos.html

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