viernes, 28 de noviembre de 2025

¿Qué es el «Codigo de honor Yautja»?

En 1987, John McTiernan dirigió Depredador [Predator]; una película protagonizada por Arnold Schwarzenegger y escrita por Jim y John Thomas sobre el enfrentamiento de un comando de mercenarios estadounidenses con una especie extraterrestre humanoide, un alienígena camaleónico [1], en las selvas de Centroamérica. El actor de Conan y Terminator rehusó volver a interpretar a su personaje en Depredador 2 [Predator 2] de Stephen Hopkins (1990) porque el nuevo director no era el indicado y la acción pasaba a desarrollarse en las calles de Los Ángeles donde las guerras entre pandillas matan personas todo el tiempo; no necesitas extraterrestres para hacer que la ciudad se vea peligrosa. Aunque Schwarzenegger afirmó en su autobiografía que todos los otros Predators que siguieron no tuvieron éxito [2]; lo cierto es que, desde los años 90 hasta la actualidad, el universo de aquel personaje creado por los hermanos Thomas se ha convertido en una lucrativa franquicia de ciencia ficción con nuevas secuelas, precuelas, cruces -como los crossover con Alien-, videojuegos, novelas, comics… y, al ampliar las aventuras de aquel violento espécimen -diseñado por el especialista en efectos especiales Stan Winston- simplemente se necesitó que el argumento de las historias desarrollase también su propia mitología, lo que acabó incluyendo un código de conducta [el Predator Honor Code (Yautja Codex)]. No olvidemos que el Depredador de 1987 se comunicaba tan solo con sonidos guturales y ni siquiera tenía nombre de pila; cuatro décadas más tarde ha evolucionado a un complejo mundo con múltiples ejemplares, subespecies y escalafones de una raza alienígena llamada Yautja (procedente del planeta Yautja Prime).

Desde un punto de vista jurídico siempre resulta gratificante que el imaginario de los personajes ficticios tenga que respetar ciertas reglas, como ya tuvimos ocasión de señalar al hablar de las normas feéricas; pero, a diferencia de otras sagas -en Star Trek sus creadores llegaron a redactar los instrumentos jurídicos que citaban- aquí, la ley fundamental de estos monstruos extraterrestres, el «Codigo de honor Yautja», tan solo se ha ido conformando con el desarrollo de las nuevas producciones; es decir, no existe una versión escrita, digamos canónica, por lo que podemos encontrarnos con diferentes versiones e incluso contradicciones.

Entre otros preceptos podemos destacar que, por ejemplo, estos cazadores interplanetarios sólo matan a criaturas armadas o peligrosas (lo que excluye, por lo tanto, a niños, heridos, ancianos, inexpertos, enfermos, embarazadas… seres desarmados que no suponen una amenaza) porque acabar con ellos sería deshonroso. El trofeo de los Depredadores debe ser la presa más fuerte y batirla en un combate cuerpo a cuerpo (según esta regla, cuanta más fuerza demuestre su oponente, será mayor gloria de cazarlo). De ahí que la película de animación Predator: Asesino de Asesinos [Predator: Killer of Killers (Dan Trachtenberg, 2025)] comience con ese pasaje del Código: Avanzad entre las estrellas y buscad sólo las presas más fuertes. Serán vuestro trofeo. Convertíos en el asesino de asesinos [Go forth among the stars and seek only the strongest prey. They shall be your trophy. Become the killer of killers].

Sus batidas de caza son o un ritual o un mero entretenimiento, por eso los Yautjas no pueden reclamar las piezas abatidas por otro Depredador como si fueran sus propios trofeos (que exhiben en un módulo de su nave) y si son vencidos en combate pero el oponente les perdona la vida mostrando clemencia, pasarán a considerarlo un igual. Incumplir estas normas te convierte en un Bad Blood (malasangre).

Citas: [1] SÁNCHEZ, S. Películas claves del cine de ciencia-ficción. Barcelona: Robinbook Ediciones, 2007, p. 177. [2] SCHWARZENEGGER, A. Vida total. Mi historia increíble. Nueva York: Simon & Schuster, 2012, p. 362.

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