lunes, 24 de noviembre de 2025

El único miembro de la ONU que se adhirió por iniciativa popular

De los 193 Estados soberanos que forman parte de las Naciones Unidas, tan solo uno de ellos -la Confederación Suiza- solicitó su adhesión no porque las autoridades federales de Berna adoptaran esa decisión de política exterior sino porque lo demandó un comité de ciudadanos que reunió las 100.000 firmas necesarias para que su Gobierno convocara un referéndum für den Beitritt der Schweiz zur Organisation der Vereinten Nationen (UNO) [es decir, para la adhesión de Suiza a la Organización de las Naciones Unidas (ONU)]. Hace diez años ya tuvimos ocasión de comentar la envidiable normalidad con la que esta nación centroeuropea organiza referendos para someter a votación todo tipo de iniciativas populares; solo en 2002, por ejemplo, los suizos fueron consultados en nueve ocasiones y, en concreto, la primera de ellas, trató de que Suiza entrara en la ONU. La votación tuvo lugar el 3 de marzo de 2002, con una participación del 58,26% y un resultado ajustado: el 54,6% de los electores votó a favor mientras que el 45,4% se opuso (poco más de 250.000 papeletas decantaron el sí frente al no). Como consecuencia, la Confederación solicitó formalmente su admisión en la ONU y, el 24 de julio de aquel mismo año, el Consejo de Seguridad aprobó recomendarla; de modo que el 18 de septiembre de 2002, la A/RES/57/1 -primera resolución adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el periodo de sesiones nº 57- decidió admitirla cómo su Estado miembro nº 190 [desde entonces solo se han incorporado Timor Oriental (2002), Montenegro (2006) y Sudán del Sur (2011)].


Pero el camino para lograr ese objetivo no resultó sencillo. Aunque Ginebra había sido la sede de la extinta Sociedad de Naciones, cuando se fundó la ONU en 1945, la neutralidad permanente de Suiza no se percibió con entusiasmo en las cancillerías que vencieron en la II Guerra Mundial. El debate sobre la solicitud de admisión -latente desde los años 40- se retomó en la década de 1960 a iniciativa del propio Consejo Federal (el Gobierno suizo) pero no llegó a prosperar y fracasó en otro referéndum celebrado el 16 de marzo de 1986, por abrumadora mayoría.

Tuvieron que transcurrir doce años para que, tras un examen preliminar de una nueva iniciativa -en este caso, popular- el 25 de agosto de 1998, se permitiera al comité Vereinigung Volksinitiative Beitritt der Schweiz zur UNO (VVBSUNO) reunir las cien mil firmas necesarias para convocar la consulta, entre el 8 de septiembre de 1998 y el 8 de marzo de 2000; y cuando las urnas resultaron favorables en 2002, con el apoyo tanto de la Asamblea Federal (el Parlamento suizo) como del Consejo Federal, aún tuvo que ser aprobada por la mayoría de los cantones: (…) Once cantones y dos de los cantones cuyos votos representaban la mitad votaron a favor, en comparación con nueve cantones y los otros cuatro cantones cuyos votos representaban la mitad [HOTTELIER, M. “L'adhésion de la Suisse à l'Organisation des Nations Unies: aspects constitutionnels”. En: Revue française de droit constitutionnel, 2002, vol. 3, n° 51, pp. 485 a 501].


Hoy en día, Suiza alberga no solo la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra (ONUG) sino a seis de sus quince organismos especializados entre la ciudad ginebrina (OIT, OMM, OMPI, OMS y UIT) y la capital Berna (donde se estableció la UPU).

PD: esta es la entrada 2.720; publicada un día después de que el blog cumpliera 15 años de actividad ininterrumpida y tras batir, de nuevo, su récord mensual de visitas (más de 128.000 solo en lo que llevamos de noviembre de 2025).

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