miércoles, 16 de noviembre de 2022

Las tres llaves de la OIT: Arthur Fontaine, Jules Carlier y Léon Jouhaux

El 6 de junio de 1926, delante de una multitud, tres hombres vestidos con traje oscuro, abrigo y sombrero se acercaron, uno tras otro, a la verja que daba acceso a la por emtonces sede de la Organización Internacional del Trabajo en Ginebra (Suiza), en representación de tres colectivos: los Estados, las organizaciones empresariales y los sindicatos. La muchedumbre se agolpaba a su espalda, seguida por una fanfarria musical que amenizaba el acto de inauguración, acompañando a los ministros y plenipotenciarios llegados desde todos los rincones del mundo y del primer Director de la OIT, Albert Thomas. Cada uno de los tres protagonistas portaba una llave dorada y, frente a ellos, en la cancela les aguardaban tres cerraduras como símbolo de la estructura tripartita que, desde su fundación en 1919, siempre ha caracterizado a la centenaria OIT, el segundo organismo especializado de las Naciones Unidas (1946) tras la FAO (1945). Como ha señalado Guy Ryder, Director General de la OIT: Cuando estas tres llaves giran a la vez, cuando gobiernos, empleadores y trabajadores trabajan juntos, las puertas se abren y la justicia social avanza (*). Pero, ¿quiénes eran aquellos tres hombres que estaban convencidos de la existencia de un vínculo fundamental entre la paz internacional y la justicia social en todos los países?

Antigua sede de la OIT, en Ginebra, inaugurada en 1926

Los tres hombres caminan junto a Albert Thomas
(Director de la OIT entre 1919 y 1932)

DELEGADO GUBERNAMENTAL: Victor Arthur Léon Fontaine (París, 1860-1931) fue un ingeniero de minas, político y mecenas francés (a finales del siglo XIX, organizaba en su casa salones para nuevos talentos del mundo artístico, como el compositor Claude Debussy o los escritores André Gide y Paul Valéry). En 1900 fue nombrado Director de Trabajo del Ministerio de Industria y Comercio y, a partir de ese momento, comenzó a destacar por su labor en la promulgación de normativa internacional para la protección legal de los trabajadores, buscando siempre la negociación entre las autoridades públicas y los representantes sindicales. Con el fin de la I Guerra Mundial fue nombrado delegado de Francia en la OIT donde llegaría a presidir su Consejo de Administración [1].

Arthur Fontaine

DELEGADO EMPRESARIAL: el industrial belga Jules Carlier (Mons, 1851 – Bruselas, 1930). En opinión de Roberto Suárez Santos, Secretario General de la Organización Internacional de Empleadores (OIE): (…) La OIT se estableció tras el fin de la Primera Guerra Mundial, que había provocado la devastadora pérdida de millones de vidas. Nunca antes una guerra había causado tanta destrucción. Millones de empresas también habían quedado literalmente en ruinas, por lo que desaparecieron millones de oportunidades para los trabajadores El primer portavoz de losempleadores, el Sr. Jules Carlier, de Bélgica, explicó en esa ocasión la importancia de la OIT a los efectos de propiciar una resolución pacífica de los conflictos entre empleadores y trabajadores. La manera de avanzar –en su opinión– consistía en reunir a representantes de los gobiernos, de los empleadores y de los trabajadores en el marco de conferencias, de modo que cada uno de esos Grupos pudiera expresar su opinión, llegar a un acuerdo y alcanzar un compromiso equitativo. (…) Para concluir, quisiera citar de nuevo al primer portavoz de los empleadores, el Sr. Jules Carlier: «Créanme cuando les digo que compartimos los mismos objetivos y propósitos. Sólo lograremos hacer realidad nuestro deseo común si caminamos juntos de la mano. Y eso es lo que queremos; lo deseamos de todo corazón. Por eso, les pedimos que nos den la mano y que estrechen la que les tendemos leal y sinceramente» [2].

Jules Carlier

DELEGADO SINDICAL: por último, el líder sindicalista francés Léon Jouhaux (París, 1879-1954). Siendo adolescente tuvo que regresar del servicio militar en Argelia para hacerse cargo del puesto de trabajo de su padre que se había quedado ciego por efecto del fósforo blanco que se empleaba en su fábrica de manufacturas; erigido en el líder de aquellos obreros, inició una huelga que daría lugar a la adopción de la normativa para proteger a los trabajadores contra los efectos nocivos de los productos químicos [3]. Su pensamiento evolucionó de unas primeras concepciones anarquistas hacia un movimiento reformista que se adaptó a los cambios sociales de comienzos del siglo XX [4]. Fue nombrado directivo de la Confédération générale du travail (CGT) y vicepresidente de la IFTU (International Federation of Trade Unions); estuvo encerrado en un campo de concentración los últimos años de la II Guerra Mundial y recibió el Premio Nobel de la Paz en 1951. El Comité noruego le entregó el galardón por haber dedicado su vida a la lucha contra la guerra a través de la promoción de la justicia social y la fraternidad entre los hombres y las naciones.

Léon Jouhaux

La cooperación tripartita dentro de la OIT quedó ilustrada por primera vez en la sesión inicial del Consejo de Administración, celebrada el 27 de noviembre de 1919, en Washington D. C. El debate se centró en el nombramiento del primer Director de la Organización. Los representantes gubernamentales propusieron una solución temporal. Léon Jouhaux insistió en que el Consejo de Administración debería tomar una decisión definitiva e inmediata. Louis Guérin, en representación de los empleadores franceses, sugirió que se levantara la sesión durante diez minutos para la realización de consultas por parte de cada grupo participante y entre todos ellos. El principal arquitecto de la estructura, Edward Phelan, supo de inmediato que había sucedido algo importante, aunque su significación había pasado inadvertida para la mayoría. Tras el receso, Jouhaux declaró que ambos grupos querían tomar decisiones allí y entonces. Los miembros Trabajadores y Empleadores de la sesión del Consejo de Administración eligieron a Albert Thomas y André [sic] Fontaine, ambos de Francia, como Director y Presidente, respectivamente [5].

Citas: [1] LUCIANI, J. & SALAIS, R. “Matériaux pour la naissance d'une institution : l'Office du travail (1890-1900)”. En: Genèses, 1990, nº 2, pp. 107 y 108. [2] Alocución del Sr. Roberto Suárez Santos, Secretario General de la Organización Internacional de Empleadores en la sesión plenaria de la Conferencia Internacional del Trabajo con motivo de la celebración del centenario de la Organización Internacional del Trabajo [108ª reunión, Ginebra, 12 de julio de 2019]. [3] ABRAMS, I. The Nobel Peace Prize and the Laureates. Nantucket: Science History Publications, 2001, p. 168. [4] THOMAS LANE, A. (Ed.). Biographical Dictionary of European Labor Leaders. Londres: Greenwood Press, 1995, p. 463. [5] TAPIOLA, K. La fuerza motriz. Nacimiento y evolución del tripartismo. El papel del grupo de los trabajadores en la OIT. Ginebra: OIT, 2019, pp. 7 y 8.

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