2) EL DISCURSO DE BRIAND ANTE LA SOCIEDAD DE NACIONES: insistiendo en las ideas defendidas por Kalergi, el 5 de septiembre de 1929, Briand pronunció un discurso en la sede de esta organización internacional en Ginebra en el que propuso la creación de una federación de naciones europeas.
3) EL MEMORANDO SOBRE LA ORGANIZACIÓN DE UN SISTEMA DE UNIÓN FEDERAL EUROPEA: Briand planteó que aquella unión federal de los veintisiete países europeos se formalizase en el seno de la propia Sociedad de Naciones. Su plan se concretó el 1 de mayo de 1930 y se debatió en la Asamblea en 1931, acordándose la constitución de una Comisión de Investigación presidida por Briand que contaba con sir Eric Drummond, secretario general de la organización, como secretario. Pero las relaciones europeas de los años 30 se fueron polarizando entre regímenes democráticos y autoritarios y la influencia del Mémorandum sur l'organisation d'un régime d'union fédérale européenne sólo se recuperaría tras el fin de la II Guerra Mundial.
5) EL PARLAMENTARISMO EUROPEO: durante el conflicto armado, Kalergi se exilió en los Estados Unidos. Allí propuso que la reconstrucción de Europa contara con una Asamblea Constituyente Europea, como piedra angular del nuevo orden. En 1947, gracias a su iniciativa, se reunió el I Congreso de la Unión Parlamentaria Europea. en el balneario suizo de Gstaad, donde se planteó que una futura organización paneuropea no contara tan solo con reuniones de los ministros sino con una asamblea parlamentaria de carácter consultivo. Aquel fue el germen del que, dos años más tarde, surgiría el Consejo de Europa.
6) EL CONGRESO DE EUROPA EN LA HAYA: mientras los esfuerzos para reconstruir Europa se concretaban en el «Plan Marshall» y la fundación, en 1948, de la Organización Europea de Cooperación Económica (OECE) –actual OCDE– del 7 al 10 de mayo de ese mismo año, la ciudad holandesa acogió el Congreso de Europa, una reunión de diversos movimientos no gubernamentales que compartían un sentimiento europeísta. El encuentro concluyó con la lectura de un “Mensaje a los europeos” por parte del filósofo suizo Denis de Rougemont (1906-1985), adoptado por unanimidad de las más de 800 personalidades [3] asistentes. En el texto, abogaron por construir la mayor formación política y la mayor unidad económica de nuestro tiempo (…). La suprema conquista de Europa se llama la dignidad del hombre, y su verdadera fuerza está en la libertad. Este es el objetivo final de nuestra lucha. En esta unión, Europa se juega su destino y el de la paz mundial. Así que sepan todos que los europeos, reunidos para dar voz a todos los pueblos de este continente, declaramos solemnemente nuestra voluntad común en los siguientes cinco artículos, que resumen la resolución adoptada por nuestro Congreso:
- Queremos una Europa unida, devuelta en toda su extensión a la libre circulación de personas, ideas y mercancías.
- Queremos una Carta de Derechos Humanos, que garantice las libertades de pensamiento, reunión y expansión, así como el libre ejercicio de la oposición política.
- Queremos un Tribunal de Justicia capaz de aplicar las sanciones necesarias para garantizar el respeto de la Carta.
- Queremos una Asamblea Europea, en la que estén representadas las fuerzas vivas de todas nuestras naciones.
- Y tomamos de buena fe el compromiso de apoyar con todos nuestros esfuerzos, en nuestros hogares y en público, en nuestros partidos, en nuestras iglesias, en nuestros círculos profesionales y sindicales, a los hombres y gobiernos que trabajan por esta obra de público. salvación, oportunidad suprema de paz y promesa de un gran futuro para esta generación y las que le seguirán.
Citas: [1] PASTOR RIDRUEJO, J. A. Curso de Derecho Internacional Público y Organizaciones Internacionales. Madrid: Tecnos, 2007 (11ª ed.), p. 213. [2] DIEZ DE VELASCO, M. Las organizaciones internacionales. Madrid: Tecnos, 13ª ed., 2003, p. 524. [3] REMIRO ELÍA, F. “Parler Au Nom De L'Europe. El Congreso de La Haya y el nacimiento del Parlamentarismo Europeo”. En: IBARRA AGUIRREGABIRIA, A. No es país para jóvenes. Vitoria: Instituto Valentín Foronda, 2012, p. 1.
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