Parafraseando el contenido del Art. 667 del Código Civil español [Real Decreto de 24 de julio de 1889], un testamento se puede definir como el acto por el cual una persona dispone para después de su muerte de todos sus bienes o de parte de ellos. En ese sentido, la última voluntad más antigua que se ha podido documentar data, aproximadamente, del año 2060 a.C. y es una disposición del príncipe y visir Nikaure [o Nekure] que Richard Lepsius descubrió a mediados del siglo XIX, en los muros de la tumba LG 87, excavada en la roca de Guiza, muy cerca de El Cairo (Egipto). En este breve acto jurídico, el que fuera hijo del faraón Kefrén y encargado de impartir justicia, cumple con unas sencillas formalidades –indicando la fecha en que dispone de su legado e invocando que está vivo sobre sus pies y no enfermo–para repartir sus propiedades entre su esposa Kaen-nebty y sus tres hijos: un niño [Nikaure] y dos niñas [Hetepheres y Kaen-nebty, la joven].
En aquel tiempo, las dos potencias hegemónicas del Mediterráneo Oriental eran los egipcios y los hititas, como tuvimos ocasión de comentar al hablar del Tratado de Qadesh (el primer tratado de paz internacional que se firmó); de ahí que no sea extraño que, en agosto de 2016, la Televisión de Turquía (TRT) difundiera la siguiente noticia: Se encontró el testamento más antiguo del mundo en las excavaciones realizadas en la ciudad turca de Kayseri. El testamento más antiguo conocido se halló en las labores de excavaciones ejecutadas en la zona de Kültepe de la ciudad de Kayseri, el primer lugar donde Anatolia conoció la escritura. El testamento en escritura cuneiforme sobre una tablilla fue descubierto en una tumba antigua en Kültepe. Según lo escrito en el testamento, un padre les heredó deudas a sus familiares al morir. Se halla el legado “encuentra al dueño del burro, dale la plata” dicho por un padre a su hijo, en el testamento de al menos 4.000 años. El testamento y otras obras sacadas en las excavaciones se incluirán el próximo año en la Lista del Registro de la Memoria del Mundo de la UNESCO. Esos cuatro milenios que le atribuye la TRT vendrían a coincidir con la época de la IV Dinastía en que vivió Nikaure.
NB: si este es el testamento más antiguo, Pacicos de mi vida es el más breve de la historia jurídica española.
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