viernes, 9 de julio de 2021

«Vindicación de los derechos de la mujer», de Mary Wollstonecraft

La autora de esta obra nació en Londres (Reino Unido) el 27 de abril de 1759. Como ha señalado su biógrafa, Marta Lois, (…) El horizonte revolucionario francés y las circunstancias de su vida la convirtieron en una fascinante excepción del pensamiento de la época. Costurera, profesora, niñera y escritora, fueron algunas de las experiencias vitales de esta singular pensadora. Una vida azarosa e inusual para una mujer que inicialmente constituía un ejemplo más de los valores y los comportamientos asignados a la mujer dentro de la ascendente clase media burguesa. El destino truncó esa identificación debido a la situación financiera de la familia, consecuencia del despilfarro de su padre, y a los continuos cambios de domicilio, que llevaron a Wollstonecraft a un sentimiento de cierto desarraigo social y desconcierto en torno a los valores de la clase media en cuyos márgenes sobrevivió durante toda su vida [1].

Sin recurrir al matrimonio, como era práctica habitual en las mujeres de su tiempo –Mary consideraba que su independencia era la gran bendición de su vida y la base de toda virtud; y ésta siempre conservaré, escogiendo mis deseos, aunque tenga que vivir en un páramo estéril, como afirmó en la dedicatoria de su Vindicación–, compaginó aquellas ocupaciones con sus dos pasiones: la educación de las mujeres y la literatura. Al luchar por los derechos de la mujer, mi principal argumento se construye sobre este principio sencillo: si no se la prepara con la educación para que se convierta en la compañera del hombre, detendrá el progreso del conocimiento y la virtud. Pues la verdad ha de ser común a todos o se volverá ineficaz a la hora de influir en la práctica general.

Tras publicar su primer ensayo “Reflexiones sobre la educación de las niñas”, en 1787, consiguió colaborar en el periódico The Analytical Review, gracias al apoyo del editor londinense Joseph Johnson, donde se divulgaban reseñas de las obras más destacadas que se publicaban en la Europa prerrevolucionaria de finales del siglo XVIII; aquella selección de colaboradores le permitió a Wollstonecraft entrar en contacto con los grandes intelectuales del momento, en el periodo que Norberto Bobbio llemó “el tiempo de los derechos”. Como resultado, la autora decidió reivindicar primero los derechos del hombre (1790) y después los de la mujer (1792), convirtiéndose –según la profesora Lorenzo Modia– en la primera autora europea que publica un ensayo [A Vindication of the Rights of Woman] sistematizado sobre la situación de la mujer y que propone explícitamente el reconociminto de sus derechos. (…) un texto considerado ahora en Europa como pionero, y al que se le concede la categoría de texto fundador -y al tiempo perfectamente actual- de la lucha por la igualdad [2].


En las reflexiones concluyentes de su «Vindicación de los derechos de la mujer», Mary Wollstonecraft sentó unos pocos principios sencillos depurándolos de las pamplinas que los oscurecían: (…) en todos los casos la moral debe estar fundamentada en principios inmutables, y no se puede llamar racional o virtuoso a un ser que no obedezca a otra autoridad que no sea la razón. (…) Creo que no admite disputa que la ignorancia, en el presente, ha convertido a las mujeres en insensatas o viciosas. Y parece surgir de la observación, al menos con cierto aire de probabilidad, que con una REVOLUCIÓN [en mayúsculas, en el original] en la conducta femenina podrían esperarse los efectos más saludables, tendentes a mejorar a la humanidad.

La autora falleció en la capital inglesa el 10 de septiembre de 1797, víctima de septicemia, diez días después de haber dado a luz a su hija que, años más tarde, también ocuparía un lugar privilegiado en la cumbre de la literatura como creadora de aquel nuevo prometeo llamado Frankenstein (1818): Mary Shelley (1797-1851).



Citas: [1] LOIS GONZÁLEZ, M. “Mary Wollstonecraft: la fuerza de las ideas”. En: WOLLSTONECRAFT, M. Vindicación de los derechos de la mujer. Madrid: Itsmo, 2005, p. 11. [2] LORENZO MODIA, Mª. J. “La vindicación de los derechos de la mujer antes de Mary Wollstonecraft”. En: Philologia Hispalensis, 2003, vol. 17/2, pp. 105 y 106. Pinacografía: John Opie | Mary Wollstonecraft (ca. 1797).

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