miércoles, 23 de octubre de 2024

La ley que regula el «umuganda» [Ruanda]

“Esa vida individualista -como la que tenéis en Europa- aquí no la tenemos” -le dijo su intérprete ruandés a un viajero británico-. Una manifestación de este rasgo comunal es Umuganda. Desde la época colonial, los ciudadanos realizan servicios comunitarios obligatorios el último sábado de cada mes. Durante esas mañanas, las carreteras quedan vacías, el transporte público se paraliza. Si la casa de un vecino, por decir algo, ha quedado dañada por un corrimiento de tierras, una cuadrilla se organiza para arreglarla. Se espera que los doctores -o cualquiera con habilidad especial- ofrezca sus servicios gratis durante los días de Umuganda. Todo el mundo, con una edad comprendida entre los 18 y los 65, está obligado a contribuir (…). Así que cuando (…) les dio instrucciones de trabajar juntos para mejorar como grupo, ese era un mensaje que en realidad ya llevaban en su ADN desde el comienzo mismo de sus vidas [1]. (…) En muchos sentidos, el umuganda era clásicamente ruandés: trabajo muy organizado que se espera que todos realicen. En Ruanda, los proyectos públicos funcionan en parte porque el país es muy pequeño y organizado. Cuando el gobierno quiere aplicar un plan, sólo tiene que pasárselo a los 14 gobernadores del país, que lo comunican a los burgomaestres o alcaldes locales. Para el umuganda, a una comunidad se le puede decir una semana que escarde un terreno y otra que plante árboles, todo bajo la supervisión de una autoridad local [2]. Dichas autoridades coordinan los trabajos, que consisten con frecuencia en limpiar las calles, pero pueden incluir la construcción de puentes, el asfaltado de caminos, el desbrozamiento de malas hierbas o cualquier otro propósito que sirva para mejorar la vida de los ruandeses. La umuganda se cumple escrupulosamente. Todos los ruandeses están orgullosos de ello: te hablan del proyecto y presumen de lo bonito que está el país [3]. De ahí, por ejemplo, la limpieza de Kigali, su capital, en contraste con otras urbes africanas.


Este servicio comunitario tan típico de la «Tierra de las mil colinas» se reguló en la Law establishing Community Works in Rwanda (Ley 53/2007, de 17 de noviembre), promulgada por el presidente Paul Kagame tras haber sido aprobada tanto por el Senado, en su sesión del 2 de agosto de 2007; como por la Cámara de Diputados, cuatro días más tarde.


El Art. 1 establece que los trabajos comunitarios del umuganda –voz que significa “reunión con un mismo propósito” en su idioma local, el kiñaruanda– se llevarán a cabo una vez al mes (aunque, si fuera necesario, la comunidad puede decidir que se realicen en más ocasiones) por parte de los ruandeses de al menos 18 años de edad y que no tenga más de 65, con capacidad para trabajar (Art. 3). Todos ellos tienen la obligación de realizar un trabajo comunitario que se define como la suma del esfuerzo de muchas personas para realizar una actividad de interés público general (Art. 2). Asimismo, este precepto señala que esas labores también tendrán como objetivo promover actividades de desarrollo en el marco del apoyo al presupuesto nacional y brindar una oportunidad para la convivencia entre las personas.


La norma del país de los Tribunales Gacaca especifica que el umuganda se realizará el último sábado de cada mes a partir de las 8:00 horas; al menos en un período de tres horas (aunque se pueden acordar otros horarios en función de la situación). El Art. 5 prohíbe recibir algún tipo de compensación, en dinero o especie; y el 6 contempla que cada ciudadano aporte su propio material (salvo que el comité supervisor deba facilitarles herramientas más adecuadas). Tras regular los informes de evaluación, la Ley -que entró en vigor el 15 de enero de 2008- también prevé el régimen de sanciones (Art. 15) para quienes no participen en el umuganda, sin motivos justificados, pudiendo llegar a imponerles una multa de, como máximo, cinco mil francos ruandeses (5.000 Rwf) -poco más de 3 euros, al cambio- con cuyo importe se costearán nuevas obras.

Citas: [1] LEWIS, T. La tierra de las segundas oportunidades: el imposible ascenso del equipo ciclista de Ruanda. Bilbao: Libros de Ruta, 2015. [2] NOVOGRATZ, J. El suéter azul. Acortando distancias entre ricos y pobres. Barcelona: Amat Editorial, 2019. [3] IMEDIO, F. M. Un polizón en el tren del desierto. Una historia de aventuras, desventuras y reflexiones en Mauritania y otros países del África subsahariana. Sevilla: Caligrama Editorial, 2024.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...