lunes, 29 de diciembre de 2025

La trascendencia del «Acuerdo Sykes-Picot» [1916]

En plena I Guerra Mundial, como ha sintetizado el profesor Segura i Mas: (…) Londres utilizó una calculada ambigüedad para ampliar su presencia en Oriente Próximo y en la ruta hacia India. En 1915, Thomas Edward Lawrence (Lawrence de Arabia), agente de los servicios secretos británicos, y el alto comisario británico en El Cairo, sir Mac Mahon, prometieron al emir hachemí de La Meca, Hussein –trigésimo octavo descendiente del Profeta y guardián de los Lugares Santos–, el reconocimiento de una entidad árabe independiente si se rebelaba contra el Imperio otomano aliado de los imperios centrales. Sir Mac Mahon azuzó el resentimiento de Hussein contra Estambul, recordando que el Califato no estaba en manos árabes. La revuelta se inició el 5 de junio de 1916 en Hedjaz [Hiyaz] y tuvo un papel destacado en la campaña del general británico Edmund Allenby y en la ocupación de Bagdad (1917) y Damasco (1918) [1]. En ese contexto, entre noviembre de 1915 y marzo de 1916 británicos y franceses mantuvieron reuniones secretas para repartirse las provincias otomanas de Oriente Próximo. El diputado conservador británico sir Mark Sykes y el excónsul francés en Beirut Charles François Georges-Picot trazaron sobre un mapa una línea que unía Acre (Palestina) y Kirkuk (Irak): el norte sería para Francia; el sur, para Reino Unido. El 16 de mayo de 1916 se firmaba el acuerdo secreto de Sykes-Picot [/saiks-picó/] que dividía las provincias otomanas de Oriente Próximo en cinco zonas: una bajo control francés y otra británico; dos bajo influencia francesa y británica respectivamente, y una quinta en Palestina bajo control internacional [1].

Esencialmente se garantizaba a Francia el control de Siria-Líbano y el norte de Mesopotamia. Francia podría establecer su administración desde un punto entre Tiro y Acre en el sur hasta Cilicia en el norte mientras Gran Bretaña establecería la suya en los vilayatos de Bagdad y Basra [Basora], Palestina quedaría como zona internacional, con la excepción de Acre y Haifa, bajo su control. Los árabes se quedarían con Transjordania y los vilayatos de Alepo y Damasco aunque dicha zona quedaría dividida en áreas de influencia económica, el norte para los intereses franceses y el sur para los británicos [2].

Es decir, cuando la Gran Guerra aún se encontraba en pleno apogeo de sus combates, británicos y franceses se plantearon la cuestión clave de quien heredaría el legado otomano si Turquía era derrotada [3]. Aquella interferencia anglo-francesa (…) y la cuestión palestina se convierten en origen del continuado desbarajuste que va a sufrir Oriente Medio en años sucesivos, engarzando la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría y la Posguerra Fría, hasta nuestros días [4]. De modo que, tradicionalmente, el mapa del Acuerdo Sykes-Picot es referenciado como una prueba documental que da testimonio fehaciente de la traición de que fueron objeto los pueblos árabes a principios del siglo XX por parte de las potencias europeas, del evidente intervencionismo occidental en la región, de la manifiesta debilidad árabe una vez fracturado como pueblo, cuando otrora fue referente de un gran imperio caracterizado por sus aportes en las ciencias y referente de civilización [5].

Las ambiciones territoriales de Londres y París en la Turquía asiática, negociadas en el clandestino Acuerdo de Asia Menor [«Asia Minor Agreement»] –su nombre oficial– salieron a la luz tras el estallido de la Revolución Rusa en 1917 cuando las autoridades bolcheviques publicaron los términos del tratado en los periódicos Pravda e Izvestia. Aquello fue, evidentemente, una conmoción para los aliados árabes (…) y el momento en que se hizo evidente la traición británica a su promesa de una patria panárabe [6], cuando diplomáticos extranjeros trazaron sus fronteras.

Citas: [1] SEGURA I MAS, A. “Del Acuerdo Sykes-Picot al Estado Islámico”. En: Política exterior, 2016, vol. 30, nº 171, p. 40. [2] RODRÍGUEZ ZAHAR, L. Líbano, espejo del Medio Oriente. Ciudad de México: Colegio de México, 2004, pp. 154 y 155. [3] MANGOLD, P. “El Acuerdo Sykes-Picot y el reparto de Oriente Próximo”. En: Desperta Ferro: Contemporánea, 2017, nº. 20, p. 28. [4] VEIGA, F. “La guerra del 14: un repaso desde la perspectiva del presente”. En: Historia y Política, 2014, nº 32, p. 143. [5] MALAMED VISBAL, J. D. “El Estado Islámico y el rediseño de las fronteras en Medio Oriente”. En: TREJOS ROSERO, L. F. Fronteras. Fuentes de conflictos y cooperación. Barranquilla: Universidad del Norte y Grupo Editorial Ibáñez, 2016, p. 147. [6] ELLEDGE, J. Una breve historia del mundo en 47 fronteras. Historias sorprendentes detrás de las líneas de nuestros mapas. Barcelona: RBA, 2025.

Otros acuerdos secretosEl «Acuerdo Tripartito de Madrid» sobre el Sahara Occidental y la alianza político-militar del «Ejercicio ALCORA».

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