lunes, 13 de diciembre de 2021

La Clasificación Internacional de Delitos con Fines Estadísticos (ICCS)

La Clasificación Internacional de Delitos con Fines Estadísticos [en inglés: International Classification of Crime for Statistical Purposes (ICCS)] se autodefine como una clasificación de delitos basada en conceptos, definiciones y principios convenidos internacionalmente con el fin de mejorar la coherencia y comparabilidad internacional de las estadísticas sobre el delito, además de mejorar la capacidad de análisis a nivel nacional e internacional; es decir, mejora la comparabilidad de los datos sobre la delincuencia entre distintos países (porque los conceptos y definiciones estandarizados facilitan la recopilación, el análisis y la difusión sistemáticos de datos); permite satisfacer la demanda de análisis e investigaciones a fondo sobre la delincuencia transnacional; y puede servir para armonizar los datos de distintas instituciones nacionales de justicia penal (policía, fiscalía, tribunales, prisiones) y de diferentes fuentes (registros administrativos y encuestas estadísticas).

Su primera formulación se remonta al origen de la ONU cuando, en el seno de uno de sus seis órganos, el Consejo Económico y Social (ECOSOC), el 8 de enero de 1951, la Comisión Social de las Naciones Unidas recomendó que se llevara a cabo una clasificación de las estadísticas sobre delitos; pero la propuesta no prosperó hasta el siglo XXI por la dificultad que suponía la divergencia entre diversos sistemas jurídicos y la pluralidad de legislaciones nacionales (no olvidemos que la política criminal de cada Estado es la que decide tipificar determinadas conductas como delictivas o no). Para solventar ese escollo, en 2009 se creó un grupo de trabajo dirigido por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y la Comisión Económica para Europa (CEPE) –una de las cinco comisiones regionales de la ONU– con el fin de elaborar un marco de clasificación de los delitos basado en descripciones de conductas y no en códigos jurídicos.

Tres años más tarde se presentó una primera clasificación que se consultó tanto a expertos en estadística como a instituciones y organizaciones de todo el mundo para que hicieran llegar sus observaciones; se realizaron dos pruebas piloto para confirmar su viabilidad y, finalmente, la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas aprobó la primera versión de la ICCS durante su 46º período de sesiones (del 3 a 6 de marzo de 2015) como norma estadística internacional para la recopilación de datos, tanto de los registros administrativos como de los datos procedentes de encuestas, y como medio analítico para obtener información particular sobre los móviles y los factores que influyen en la actividad delictiva. Hoy en día aquella «ICCS versión 1.0» es la que continúa estando en vigor.

Esta clasificación parte de una unidad básica: el delito (en inglés se alternan los conceptos de “crime” y “criminal offence” pero en la versión en castellano se utiliza únicamente el término “delito”) que se define como: la contravención o violación punible de los límites que la legislación penal nacional impone sobre el comportamiento humano. Cada delito tiene un autor (persona, empresa o institución) que es responsable del comportamiento delictivo en cuestión; es decir:

  1. La unidad utilizada en la Clasificación Internacional es el hecho que constituye delito;
  2. La descripción del delito se elabora sobre la base del comportamiento del autor o autores [en la mayoría de los casos, el comportamiento aparente es suficiente para definir el delito, mientras que en otros deben tenerse en cuenta elementos como la intencionalidad (disposición mental) del autor del delito o la condición de la víctima (por ejemplo, si se trata de un menor); en otros casos, el delito se define a partir de una secuencia de comportamientos, como sucede, por ejemplo, con la trata de personas]; y
  3. La definición y clasificación del tipo de hecho delictivo es el objetivo principal de la clasificación, que se propone asignar todos los delitos a distintas categorías sobre la base de cuatro criterios particularmente pertinentes: ámbito normativo relacionado con el acto o hecho (protección de los derechos de propiedad, protección de la salud, etc.); objetivo del acto o hecho (por ejemplo, persona, objeto, entorno natural, Estado, etc.); gravedad del acto o hecho (por ejemplo, actos que causan la muerte, actos que causan daño, etc.); y medio utilizado en la comisión del acto o hecho (por ejemplo, mediante la violencia, amenaza de violencia, etc.).

Sobre la base de esos criterios, las infracciones penales se han agrupado en categorías homogéneas; en concreto, en cuatro grandes niveles jerárquicos diferentes (1, 2, 3 y 4). El nivel 1 contiene 11 categorías concebidas para cubrir todos los actos o hechos que constituyen delito dentro del ámbito de la Clasificación Internacional:

  1. Actos que causan la muerte o que tienen la intención de causar la muerte.
  2. Actos que causan daños o que tienen la intención de causar daños a las personas.
  3. Actos lesivos de naturaleza sexual.
  4. Actos contra la propiedad que entrañan violencia o amenaza de violencia contra las personas.
  5. Actos contra la propiedad solamente.
  6. Actos que conllevan el uso de sustancias psicoactivas u otras drogas.
  7. Actos que conllevan fraude, engaño o corrupción.
  8. Actos contra el orden público, la autoridad y las disposiciones del Estado.
  9. Actos contra la seguridad pública y la seguridad del Estado
  10. Actos contra el entorno natural.
  11. Otros actos delictivos no clasificados en otra parte.

A continuación, estas 11 categorías del nivel 1 se desglosan en los niveles 2, 3 y 4 y van definiendo otras subcategorías de modo que: las categorías del nivel 1 son las más amplias y tienen un código de dos dígitos (por ejemplo, 01); las categorías del nivel 2 tienen un código de cuatro dígitos (por ejemplo, 0101); las categorías del nivel 3 tienen un código de cinco dígitos (por ejemplo, 01011); y las categorías del nivel 4, el más detallado, tienen un código de seis dígitos (por ejemplo, 010111). 

Por ejemplo, el código 010322 de nivel 4 clasifica el Homicidio no ocasionado por tránsito vehicular; esa categoría forma parte del nivel 03 [Homicidio culposo: Muerte no intencional como resultado de un acto negligente o involuntario que no esté dirigido intencionalmente a la víctima (01032); que “cuelga” del nivel 02 [Homicidio no intencional: Muerte ilícita de una persona causada de manera no intencional por otra persona (0103)] y éste, a su vez, del nivel 01 [Actos que causan la muerte o que tienen la intención de causar la muerte].

Constant Wauters | El sirviente ladrón atrapado (1845)
El robo se clasifica en la sección 05

Asimismo, las diferentes categorías de delitos que se clasifican contienen inclusiones y exclusiones; por ejemplo, el Homicidio intencional (0101) incluye el asesinato y excluye el homicidio justificable en defensa propia, daño a pie de página las definiciones de cada uno de ellos; y, en determinados delitos también pueden añadirse variables de desagregación (o “etiquetas”) que facilitan información adicional relacionada con el hecho, la víctima, el autor u otros datos; por ejemplo, si el delito está relacionado con la ciberdelincuencia se indicaría (Cy), tipo de arma (We), lugar del delito (Lo), fecha y hora (DaT), etc.

Finalmente, como recuerda la propia ICCS, en relación con los delitos que causan daños físicos o muerte, la Clasificación Internacional se vincula con la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La CIE es desde hace tiempo el instrumento de diagnóstico que se utiliza de manera estándar con fines epidemiológicos, de gestión de la salud y clínicos. Dentro de su estructura, la CIE-10 presenta una clasificación de las causas externas de la morbilidad y la mortalidad (capítulo XX) y, a los efectos de la Clasificación Internacional, una de las categorías más importantes es el grupo de causas consideradas como “Agresión”, que se define como “lesiones ocasionadas por otra persona con intento de lesionar o matar, por cualquier medio”. En los casos de muerte de víctimas de agresión, la causa de la mortalidad se clasifica en la CIE-10 como “Agresión” y el conteo estadístico de dichas muertes se utiliza a menudo para medir los homicidios intencionales, y se compara con las estadísticas de justicia penal respecto del conteo de homicidios.

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