miércoles, 28 de junio de 2023

La «Declaración de Montreal» sobre los Derechos Humanos LGBT

La primera edición de los World Outgames -que reunió a atletas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT) de todo el mundo- se celebró en Montreal (Quebec, Canadá) del 30 de julio al 5 de agosto de 2006 y fueron organizados por la Gay and Lesbian International Sport Association (GLISA); unos días antes de que empezaran a disputarse sus treinta y cinco competiciones deportivas, se convocó una Conferencia Internacional sobre Derechos Humanos LGBT [International Conference on LGBT Human Rights], del 26 al 29 de julio, en la que participaron 1.500 delegados de un centenar de naciones, en diversos talleres y debates presididos por la europarlamentaria Joke Swiebel y el profesor Robert Wintemute, que culminaron con la adopción, por unanimidad, de la «Declaración de Montreal» sobre los Derechos Humanos LGBT [Declaration of Montreal on Lesbian, Gay, Bisexual, and Transgender Human Rights] que la tenista Martina Navratilova y el nadador Mark Tewksbury leyeron durante la Ceremonia de Apertura de los Juegos en el Estadio Olímpico montrealés el 29 de julio de 2006.


En palabras de Swiebel: La Declaración de Montreal no es un resumen de los discursos y las discusiones que tuvieron lugar. Es más bien un intento, quizás el primero, de resumir las principales demandas del movimiento LGBT internacional en los términos más amplios posibles, para que el documento sea útil a nivel global y en todas partes del mundo. No es el resultado final de un elaborado proceso de consulta entre organizaciones LGBT; sin embargo, podría ser el punto de partida de todo tipo de debates políticos, tanto dentro del movimiento LGBT como con otros actores sociales y políticos. La Declaración de Montreal está destinada a ser una herramienta de promoción, para ser utilizada de acuerdo con las circunstancias nacionales y locales (*).

Este documento -un compromiso sin ninguna vinculación jurídica- se estructura en un preámbulo y cinco apartados. En la parte expositiva, el texto recuerda que: El mundo ha ido aceptando poco a poco que los seres humanos sean diferentes por su sexo, raza u origen étnico y religión y que se respeten esas diferencias sin que sean causa de discriminación. Con todo, algunos países siguen sin aceptar otros dos aspectos de la diversidad humana: que haya personas de orientación sexual o de identidad de género diferentes (…). La negativa de aceptar y respetar esas diferenciases es causa de opresión en la vida cotidiana de las personas LGBT en la mayor parte del mundo. En algunos países se está acentuando incluso la discriminación y la violencia ejercida contra las personas LGBT (…).


A continuación, la declaración enumera y explica los cambios que, en su opinión, se necesitan para elaborar un plan de acción a escala mundial centrado en:
  1. Los Derechos fundamentales: La primera exigencia es salvaguardar y proteger los derechos más básicos de las personas LGBT, derechos que están bien establecidos y que jurídicamente no admiten discusión.
  2. Retos mundiales: Un mundo en el que se violan sistemáticamente los derechos humanos de las personas LGBT es un mundo en le que nadie puede sentirse seguro y libre.
  3. La diversidad de la comunidad LGBT: Nuestra exigencia de que la mayoría heterosexual y no transgénero respete nuestros derechos humanos y nuestra diversidad no debe detenerse en nuestras propias puertas. Tenemos que trabajar también en la construcción de una comunidad LGBT que esté abierta a todos y ofrezca oportunidades a todos, independientemente de su sexo, raza, religión, minusvalía, edad, situación económica y otras características similares.
  4. Participación en la sociedad: En muchos países se ha saldado con éxito la lucha contra normas y prácticas discriminatorias, iniciada hace más de cincuenta años (…). Poco a poco deberán examinarse todos los sectores de la sociedad en busca de normas y prácticas en vigor que todavía impiden la participación abierta, libre e igualitaria de las personas LGBT.
  5. Crear el cambio social: Los cambios legales, políticos y sociales que habrán de proporcionar derechos iguales a las personas LGBT no sólo sirven a nuestros intereses. En una sociedad en la que se oprime a algunas personas nadie puede considerarse libre e igual. La incorporación de los cambios que deseamos será, pues, el resultado de los esfuerzos combinados del movimiento de los derechos humanos de las personas LGBT y de otros grupos y organizaciones que comparten nuestra visión y nuestros objetivos.

Para el profesor Manuel Páez Ramírez, esta declaración intentó resumir las demandas generales del colectivo, elevarlas a reclamos legítimos en la arena política global y, sobre todo, enmarcarlas como un asunto de derechos humanos [PÁEZ RAMÍREZ, M. Las personas LGBT. Identidades, violencias y derechos de las victimas. Bogotá: Universidad Externado de Colombia, 2022].

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