miércoles, 27 de febrero de 2019

La Puerta del Tribunal del Provisor en la Catedral de Sigüenza

En la Corona de Castilla, a finales de la Edad Media y comienzos de la Moderna, (…) si en los señoríos laicos y en los monacales el Alcalde Mayor era en la práctica la autoridad suprema por delegación del titular –por ejemplo, en las ciudadaes y villas de Valladolid, Madrid, Soria, Murcia o Sevilla–, en los episcopales –como sucedía en Sigüenza (Guadalajara)– la autoridad suprema efectiva la encarnaban los Provisores o Vicarios Generales del Obispo, quedando el cargo de Alcalde Mayor reducido a su sola función judicial, fallando en segunda instancia –en nombre del señor– los pleitos concernientes a las personas laicas. Esta función eminentemente judicial y honorífica del Alcalde Mayor en Sigüenza queda bien patente en las Actas Municipales [1].
 
En el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, la segunda acepción de la voz «provisor» se refiere a el Juez diocesano nombrado por el obispo, con quien constituye un mismo tribunal, y que tiene potestad ordinaria para ocuparse de causas eclesiásticas. El órgano donde este vicario ejercía su jurisdicción, librando pleytos y causas, según que lo ha de uso y costumbre y en presencia de mí [2], era el Tribunal del Provisor que, por ejemplo, en el Obispado de Sigüenza celebraba sus diligencias en la portada sur de la catedral que, este año celebra su 850 aniversario (1169-2019).
 
 
Según el historiador local Manuel Pérez Villamil, aquella puerta fué nombrada antiguamente de la Cadena, porque según práctica de aquellos tiempos (…) delante de ella se constituía á la hora de Tercia el Tribunal del Provisor, que era alcalde mayor de la ciudad, para celebrar audiencias, y el estrado del Tribunal se hallaba separado del público por una cadena. Perdió este nombre cuando á finales del siglo xv el Cardenal Mendoza mandó trasladar á la plaza por él construida, delante de esta puerta, el Mercado de la ciudad.que antes se celebraba en la plazuela de la Cárcel, tomando el que hoy tiene de Puerta del Mercado [2].
 
Antes de ser nombrado cardenal, el citado Pedro González de Mendoza era Obispo de Sigüenza cuando eligió a su pupilo, el bachiller Gonzalo Jiménez de Cisneros –futuro regente de Castilla y cardenal bajo el nombre de Francisco Cisneros– para los relevantes puestos de capellán mayor y provisor de la Catedral seguntina. Él era quien, cada sábado, a la tercera hora después del amanecer –las 09h00– impartía justicia en aquella Puerta de la Cadena, donde se lució en sus dotes de jurista para arbitrar litigios en Sigüenza y en contiendas con los nobles colindantes. Fue famoso el pleito entre el cabildo y García Ayllón, vecino de la villa de Molina [3].
 
Hoy en día, aquella puerta donde el provisor diocesano celebraba los juicios se halla cubierta por un pórtico, obra de Luis Bernasconi en 1797 [4].
 
 
Citas: [1] BLÁZQUEZ CARBAJOSA, A. “La Elección de Justicias Municipales en el Señorío Episcopal”. En: Anales Seguntinos. 1986, n.º 3, p. 85. [2] PÉREZ VILLAMIL, M. Estudios de Historia y Arte: La Catedral de Sigüenza. Madrid: Tipografía Herres, 1899, pp. 191 y 192. [3] LAMET, P. M. El tercer rey: Cardenal Cisneros. Madrid: La Esfera de los Libros, 2017. [4] NAVARRO, F. (Dtor). Catedrales de España. Barcelona: Salvat, 1994, p. 187.

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