En el asunto Cha'are Shalom Ve Tsedek contra Francia, de 27 de junio de 2000, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos definió el Beth Din (literalmente: Casa de juicios, en hebreo) como el órgano judicial que supervisa el cumplimiento de las leyes dietéticas que rigen los hábitos alimentarios del pueblo judío (kashrut) para que los alimentos sean aptos (kosher) o no (taref); pero además de determinar qué es compatible o no con las observancias que dicta el Judaísmo, este tribunal rabínico también regula diversas cuestiones relacionadas con la ley religiosa judía (casos de matrimonio, divorcio y conversiones) y resuelve los problemas que puedan surgir en los ámbitos civil y mercantil (desde intervenir en una controversia –el conciliador se denomina dayan– hasta resolver la concesión de un préstamo, siempre que ambas partes estén de acuerdo en acudir a este órgano y profesen esta religión; y si se trata de empresas, que sean de capital privado), nunca se deliberan asuntos del orden penal.
Es un tradicional método autocompositivo judío para resolver conflictos que basa sus decisiones y procedimientos en la Torá, el Talmud, las leyes recopiladas en la halajá y los principios generales del Derecho Judío (p'shara krova l'din). Si las partes no llegan a un acuerdo, el Beth Din, a petición del demandante, puede enviar una invitación (hazmana) a cualquier persona para que participe en el procedimiento y ayude a resolver el conflicto. Si, finalmente, una de las partes no acepta la resolución del caso, siempre tiene abierta la posibilidad de acudir a la justicia ordinaria.
El origen bíblico de esta institución judicial se remonta al libro del Éxodo, cuando Moisés se sentó a juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta la tarde (…) y Dios le dijo: Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez. Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo (Ex. 18, 13-22).
Actualmente, el Beth Din continúa siendo una prestigiosa institución a la que acuden muchos judíos para resolver sus litigios; en Europa, por ejemplo, uno de los más conocidos es el London Beth Din de la capital británica; pero también los hay en París o Estrasburgo.
Es un tradicional método autocompositivo judío para resolver conflictos que basa sus decisiones y procedimientos en la Torá, el Talmud, las leyes recopiladas en la halajá y los principios generales del Derecho Judío (p'shara krova l'din). Si las partes no llegan a un acuerdo, el Beth Din, a petición del demandante, puede enviar una invitación (hazmana) a cualquier persona para que participe en el procedimiento y ayude a resolver el conflicto. Si, finalmente, una de las partes no acepta la resolución del caso, siempre tiene abierta la posibilidad de acudir a la justicia ordinaria.
El origen bíblico de esta institución judicial se remonta al libro del Éxodo, cuando Moisés se sentó a juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta la tarde (…) y Dios le dijo: Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez. Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo (Ex. 18, 13-22).
Actualmente, el Beth Din continúa siendo una prestigiosa institución a la que acuden muchos judíos para resolver sus litigios; en Europa, por ejemplo, uno de los más conocidos es el London Beth Din de la capital británica; pero también los hay en París o Estrasburgo.
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