viernes, 1 de diciembre de 2023

Vladimír Mandl: el fundador del Derecho Espacial

En 2011, el nº 143 de «Astronomía» -la primera revista española que se puso a la venta en los quioscos con un contenido dedicado íntegramente a la divulgación de la astronomía, la astrofísica y las ciencias del espacio- publicó mi artículo “10 claves para conocer el derecho del espacio”. En el tercer punto de aquel decálogo escribí lo siguiente: ¿Existe algún precedente jurídico anterior al desarrollo de la carrera espacial? Fue muy posterior a los novelistas que se adelantaron a su época con el género de la ciencia ficción –algunos tan conocidos como Julio Verne y su novela “De la Tierra a la Luna” (la primera obra que trató el tema de los viajes espaciales desde un punto de vista científico con tanto acierto que, cuando la escribió en 1865, ya aventuró que los cohetes saldrían al espacio desde la península de Florida, o que los primeros lanzamientos serían tripulados por animales, como sucedió con la perra Laika, en 1957) frente a completos desconocidos, caso del ruso Konstantin Tsiolkovski y sus “Sueños de la Tierra y el cielo” (1885)– lo cierto es que, desde un punto de vista jurídico, el primer antecedente que se conoce se remonta a 1932, cuando el abogado checo Vladimir Mandl publicó su libro “El derecho espacial. Un problema de viajar a través del espacio” donde remarcó, precisamente, que el Derecho del espacio debía ser una rama jurídica independiente pero regida por los principios del derecho marítimo y la ley del aire (…) [1]. Desde entonces, han transcurrido más de doce años y este blog aún tenía una deuda pendiente con aquel jurista, pionero del Derecho Espacial.

Nació el 20 de marzo de 1899 en Pilsen (Bohemia, actual República Checa; aunque, por aquel entonces, su país formaba parte del Imperio Austro-Húngaro) donde su padre, el abogado Matouš Mandl, ejerció largo tiempo la política y, de hecho, llegó a ser alcalde de esta célebre ciudad, famosa por su propio estilo de elaborar la cerveza. Como la formación paterna era jurídica, el joven Vladimír también tuvo que acabar estudiando Derecho pero, su peculiar forma de ver la vida -poco ortodoxa- y su interés por las nuevas tecnologías que empezaban a surgir en los albores del siglo XX -en especial, por la aviación (en 1929 logró su licencia de piloto)- le impidieron continuar sus estudios en las universidades checas teniendo que acabar la carrera y doctorarse en la vecina ciudad de Erlangen (Baviera, actual Alemania) aunque regresó a su ciudad natal para ejercer la abogacía, compaginándolo con su trabajo de profesor asociado en la Universidad Técnica de Praga.


Antes de fallecer de forma prematura en un sanatorio de la cercana localidad bohemia de Pleše, el 8 de enero de 1941, enfermo de tuberculosis, con 41 años, Vladimír Mandl llegó a publicar dos ensayos en 1932; uno sobre “Los problemas del transporte interestelar” [Das Problem des interstellaren Transports] y otro sobre las implicaciones jurídicas del espacio, intercambiando sus propuestas y opiniones con otro de los pioneros que mencionábamos antes: el padre de la cosmonáutica, el físico ruso Konstantín Eduárdovich Tsiolkovski (1857-1935); fecha en la que Mandl incluso llegó a patentar el diseño de un cohete.


Este segundo ensayo es un breve texto titulado “El derecho espacial. Un problema de viajar a través del espacio” [Das Weltraum-Recht. Ein Problem der Raumfahrt] que lo publicó en Mannheim el prestigioso Julius Bensheimer (1850-1917), dueño de la editorial científica más famosa del Imperio Alemán. En dos capítulos, dedicados al presente y el futuro, defendió su idea de que el Derecho del Espacio tendría que ser ser una rama jurídica independiente pero regida, por analogía, por los mismos principios de la aviación. Con el tiempo, otro de los autores señeros de este incipiente campo legal, el jurista alemán Alex Meyer (1879-1978) -profesor de la Universidad de Colonia- consideró, por el contrario, que el Derecho Astronáutico no podrá jamás basarse en el Derecho de Aeronavegación, en consideración a la distinta naturaleza del espacio aeronáutico con respecto del interplanetario [2].

Asimismo, además de plantearse las semejanzas y diferencias entre un hipotético derecho del espacio ultraterrestre y el derecho aeronáutico que se aplicaba en aquel momento -no olvidemos que aunque la primera norma aérea se adoptó en 1784, la primera obra que estudió el régimen jurídico aerostático la publicó el abogado francés Paul Fauchille (1858-1926) en París, en 1901 (tan solo treinta y un años antes que el ensayo de Mandl)- el autor checo también abordó los aspectos jurídicos desde la perspectiva del Derecho Internacional (la soberanía de cada Estado sobre su espacio aéreo, la responsabilidad de estos lanzamientos que pensó que serían seguros, regulares y asequibles o la explotación de las materias primas que se hallasen) y sus posibles efectos económicos y culturales (cuando la humanidad colonizase otros cuerpos celestes y hubiera que replantearse los conceptos de Estado y soberanía).

Citas: [1] PÉREZ VAQUERO, C. “10 claves para conocer el derecho del espacio”. En: Astronomía, 2011, nº 143, 2011, pp. 78-83. [2] RIBÓ DURÁN, L. M. “El derecho en los umbrales de la era espacial”·. En: Revista de Aeronáutica, 1961, nº 243, p. 124.

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