Como consecuencia, la Junta Interamericana de Defensa [Inter American Defense Board, JID o simplemente Junta] quedó constituida formalmente el 30 de marzo de 1942 y su labor consistiría ¨en preparar gradualmente a las Repúblicas Americanas para la Defensa del Continente mediante la realización de estudios y la recomendación de las medidas destinadas a tal efecto”. En la Conferencia Interamericana para Problemas de la Guerra y de la Paz [Chapultepec (México), del 21 de febrero al 8 de marzo de 1945] se adoptó la resolución IV, titulada Constitución de un organismo militar permanente, en cuyos párrafos considerandos se afirma, en lo pertinente; Que las Repúblicas del Continente se han declarado solidarias, hasta el punto de que cualquier amenaza o ataque a alguna de ellas constituyen un ataque o amenaza para todas; Que es indispensable la existencia de un organismo militar permanente que estudie y resuelva los problemas que afecten al Hemisferio Occidental; Que la Junta Interamericana de Defensa ha probado ser un organismo para el intercambio de puntos de vista, el estudio de problemas y la formulación de recomendaciones referentes a la Defensa del Hemisferio y para fomentar una estrecha colaboración entre las fuerzas militares, navales y aéreas de las Repúblicas Americanas (*).
Tres años más tarde se adoptó la Carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA), suscrita en Bogotá (Colombia) el 30 de abril de 1948 en la Novena Conferencia Internacional Americana; pero las repúblicas americanas no lograron ponerse de acuerdo para transformar la Junta Interamericana de Defensa en un órgano permanente de la OEA y, de hecho, el debate para definir la relación jurídica e institucional entre ambas, Junta y Organización, se fue postergando nada menos que hasta 2006. Ese año, tomando como marco legal el Art. 53 in fine de la "Carta de Bogotá" donde se regula que (…) Se podrán establecer, además de los previstos en la Carta y de acuerdo con sus disposiciones, los órganos subsidiarios, organismos y las otras entidades que se estimen necesarios, la Asamblea General de la OEA [AG/RES. 1 (XXXII-E/06), de 15 de marzo de 2006] aprobó el Estatuto de la Junta Interamericana de Defensa.
Ya como “entidad” de la Organización, la Junta goza de autonomía técnica para el cumplimiento de su propósito y funciones contenidos en este Estatuto, teniendo en cuenta los mandatos de la Asamblea General de la OEA, la Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de la OEA (“Reunión de Consulta”) y el Consejo Permanente de la OEA, en sus respectivos ámbitos de competencia (Art. 1.2). A continuación, el Art. 2 se refiere al propósito de la JID: consiste en prestar a la OEA y a sus Estados Miembros servicios de asesoramiento técnico, consultivo y educativo sobre temas relacionados con asuntos militares y de defensa en el Hemisferio para contribuir al cumplimiento de la Carta de la OEA. Para el cumplimiento de su propósito, la JID deberá tener en cuenta las necesidades de los Estados más pequeños, cuyo grado de vulnerabilidad es mayor frente a las amenazas tradicionales y las nuevas amenazas, preocupaciones y otros desafíos.
La Junta cuenta con tres órganos (Arts. 9 y ss):
- El Consejo de Delegados (Arts. 10 a 16): órgano representativo superior de la JID, establecido para elaborar y adoptar las políticas, actividades y directrices de la JID, dentro de las directrices establecidas por la Asamblea General de la OEA, la Reunión de Consulta de la OEA, y el Consejo Permanente de la OEA; y supervisar la aplicación de esas políticas, actividades y directrices por la Secretaría de la Junta y el Colegio Interamericano de Defensa;
- La Secretaría (Arts. 17 a 21): compuesta por la Dirección General, la Subsecretaría de Servicios de Asesoramiento y la Subsecretaría de Servicios Administrativos y de Conferencias; y
- El Colegio Interamericano de Defensa (CID) (Arts. 22 a 25): que ya se había inaugurado el 9 de octubre de 1962 con la función de desarrollar y proporcionar oportunidades para oficiales militares y funcionarios civiles de los Estados Miembros de la OEA en la realización de cursos académicos avanzados en temas relacionados con asuntos militares y de defensa, el sistema interamericano, y disciplinas conexas (el único órgano de la Junta que no desarrolla sus actividades en la Casa del soldado, que veremos a continuación, sino en el Fuerte Lesley McNair, del Ejército de EE.UU.).
Sede de la JID en la "Casa del Soldado" [Washington (EE.UU.)] |
En cuanto a sus miembros, el Art. 4 regula que: mediante la presentación de una petición escrita al Presidente del Consejo de Delegados de la JID, cualquier Estado Miembro de la OEA podrá adquirir la calidad de Estado miembro. En la actualidad, a la Junta asisten 28 delegaciones nacionales: Antigua y Barbuda, Argentina, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela (hasta el 19 de noviembre de 2023 incluía también a Nicaragua, pero esta nación abandonó la OEA).
Sede del Colegio Interamericano de Defensa en Fort McNair |
Por último la Junta recibe una contribución anual en el marco del Programa-Presupuesto anual aprobado por la Asamblea General de la OEA; además, de las contribuciones voluntarias de los Miembros y otros donantes (Arts. 26 y 27); y remite un informe anual sobre sus actividades y presupuesto, en observancia de los requisitos que establezcan la Asamblea General de la OEA y el Consejo Permanente de la OEA (Art. 29). La sede se estableció en la “Casa del Soldado” (antiguo “Palacio Rosado”) de la ciudad de Washington, D.C. Las nuevas pautas y procedimientos de la JID como entidad de la OEA entraron en vigor el 14 de junio de 2007.
El pasado 30 de marzo de 2024 la Junta Interamericana de Defensa cumplió 82 años, consolidándose como la institución multinacional de defensa más antigua del mundo.
PD: si reducimos el foco al ámbito subregional, doce Estados de América del Sur (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela) -inspirados en las Declaraciones de Cuzco (8 de diciembre de 2004), Brasilia (30 de septiembre de 2005) y Cochabamba (9 de diciembre de 2006)- firmaron el Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), el 23 de mayo de 2008 en Brasilia (Brasil). Entre sus objetivos específicos, el Art. 3.s) estableció el intercambio de información y de experiencias en materia de defensa. Ese mismo año, los Jefes de Estado y de Gobierno de UNASUR se reunieron en Salvador de Bahía (Brasil) el 16 de diciembre de 2008 y decidieron crear el Consejo de Defensa Suramericano (CDS) y aprobar su Estatuto. Al año siguiente se celebró la Primera Reunión del Consejo de Defensa Suramericano de la Unión de Naciones Suramericanas en la capital chilena, del 9 al 10 de marzo de 2009, donde se adoptó la Declaración de Santiago en la que se acordó que los planes de acción del CDS deberán regirse por los siguientes objetivos generales: a) Consolidar Suramérica como una zona de paz, base para la estabilidad democrática y el desarrollo integral de nuestros pueblos, y como contribución a la paz mundial; b) Construir una identidad suramericana en materia de defensa, que tome en cuenta las características subregionales y nacionales, y que contribuya al fortalecimiento de la unidad de América Latina y el Caribe; y c) Generar consensos para fortalecer la cooperación regional en materia de defensa.
Para la profesora Martha Moncada Paredes, a nivel regional, el avance más significativo para tomar distancia con respecto a la estrategia militar de Estados Unidos es la conformación del Consejo de Defensa suramericano (CDS), creado en diciembre del 2008, poco después de que Estados Unidos decidiera reactivar la IV Flota. (…) Llama la atención que el Estatuto del Consejo de Defensa suramericano en su artículo 2 señale que éste se sujetará a los principios y propósitos establecidos en la Carta de las Naciones Unidas y en la Carta de la Organización de Estados Americanos. la sujeción a esta última entidad implica, finalmente, aceptar el papel de organismos como el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) o la Junta de Defensa Interamericana y plantea un interrogante respecto a los continuos cuestionamientos expresados por presidentes de América Latina en torno a la legitimidad de la OEA y sus organismos [MONCADA PAREDES, M. “Fronteras y seguridad en el nuevo regionalismo estratégico”. En: GILLER, D. et al. Desafíos, perspectivas y horizontes de la integración en América Latina y el Caribe. Buenos Aires: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), 2017, pp. 227 y 228].
NB: hoy, 24 de julio, la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) celebra el "Día de la Integración de América Latina" en homenaje a la fecha de nacimiento de Simón Bolívar en 1783.
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