La República de Indonesia –el país musulmán más grande del mundo, con 240.000.000 de habitantes– es un inmenso archipiélago formado por casi 18.000 islas situadas a medio camino entre el sureste de Asia y Oceanía. Cuando se declaró independiente de Holanda, al terminar la II Guerra Mundial, su primera Constitución (la Ley Fundamental de Yakarta o Jakarta Charter, de 1945) incluyó en el preámbulo el denominado Panchasila –Pancasila en sánscrito– la filosofía de los cinco principios interrelacionados e inseparables, como forma de unir la nación. Esta ideología, propuesta por Sukarno aquel mismo año, fue definida por el presidente indonesio como el alma de la Constitución y tuvo su reflejo simbólico en el escudo nacional, sobre el pecho del ave Garuda:
1) El Estado deberá basarse en la existencia de un único Dios Supremo. Se decidió incluir el término Dios en lugar del inicial Alá, para garantizar la libertad religiosa; algo fundamental en un país donde la mayoría musulmana convive con budistas, animistas, cristianos e hinduistas en un crisol de religiones. Este principio implica que los indonesios creen en la vida después de la muerte y en la búsqueda de valores espirituales que les conducirán a una vida mejor en el más allá. En el escudo se representa en el centro con una estrella dorada sobre fondo negro.
2) Respeto al ser humano: Como criaturas de Dios, los seres humanos deben ser respetados y tratados con justicia; y su dignidad no podrá ser oprimida, ni por los propios indonesios ni por otras naciones. Es la cadena, en el cuarto cuadrante del escudo.
3) Unidad e integridad del país: Un principio de marcado carácter nacionalista que retoma el antiguo proverbio javanés de unidad en la diversidad (Bhinneka tunggal ika) que data del siglo XV. Son el árbol de Banyan del segundo cuadrante y el lema que sostiene Garuda entre sus garras.
4) Democracia basada en las deliberaciones de los representantes del pueblo. La cabeza de un toro negro con fondo rojo que aparece en el primer cuadrante del escudo.
5) Y justicia social: compartiendo el bienestar entre todos, de forma equitativa; protegiendo a los débiles, garantizando el imperio de la justicia, etc. Son las espigas de arroz y algodón en colores blanco y oro del tercer cuadrante.
Desde su creación en 1945, la filosofía del Panchasila ha ido evolucionando, de la síntesis inicial que bebía de diversas fuentes (tradiciones locales, hindúes e islámicas junto a elementos occidentales) se dio paso –durante el Gobierno de Suharto– a una noción más autóctona.
A pesar de todo, estos principios también tuvieron sus propios detractores y críticos: Las religiones politeístas (porque se hablaba de un único Dios), los grupos fundamentalistas islámicos (como el peligroso grupo terrorista de la Jemaah Islamiyah, responsable de los cruentos atentados de Bali y Java) y, en su momento, la oposición al régimen de Suharto, cuando denunció que el Gobierno de Yakarta era el primero que no respetaba los principios segundo, cuarto y quinto.
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