George Mason fue uno de los llamados padres fundadores de los Estados Unidos por participar en la Convención de Filadelfia donde se sentaron las bases para formar una unión más perfecta entre las trece colonias de la Costa Este que se independizaron de Gran Bretaña. En 1776, propuso el curioso lema (motto, en inglés) de Sic semper tyrannis para Virginia; colonia que, junto a Pensilvania y Massachusetts, decidieron denominarse Commonwealth en lugar de State (Estado) como las otras diez ex colonias británicas. El origen de esta frase se suele atribuir a Bruto, antes de que apuñala a su padre, Julio César, en el siglo I. Literalmente, significa: Así siempre a los tiranos; pero es habitual que se traduzca como muerte a los tiranos.
Desde entonces, este lema en latín forma parte del escudo y la bandera virginiana, donde una alegoría de la virtud, apoyada en una vara, pisa el cuello de la tiranía tumbada en el suelo, al lado de una corona caída. El dibujo original fue diseñado en 1777 por el juez y abogado George Wythe que, posteriormente, murió envenenado en 1806 por su sobrino-nieto, George Wythe Sweeney, al que se llegó a detener y juzgar pero fue absuelto de todo cargo porque el único testigo que vio cómo vertía arsénico en el café de su tío fue una esclava negra, Broadnax, y en aquel tiempo las personas de color no podían testificar por culpa de las racistas leyes de Virginia.
Desafortunadamente, ese no fue el único crimen relacionado con este lema. Según algunos testigos, cuando John Wilkes Booth disparó a la cabeza del presidente Abraham Lincoln –en el palco del Teatro Ford, de Wáshington, el 14 de abril de 1865– gritó sic semper tyrannis antes de cometer uno de los magnicidios más famosos de todos los tiempos. Asimismo, ciento treinta años más tarde, un policía detuvo al antiguo soldado Timothy McVeigh por circular con un coche sin tener carné de conducir y poseer armas sin licencia, el joven tenía puesta una camiseta con aquel mismo lema latino y una imagen de Booth disparando a Lincoln. Luego se supo que McVeigh venía de cometer un brutal atentado con una potente furgoneta-bomba colocada en un edificio del FBI en Ciudad de Oklahoma donde fallecieron 168 personas el 19 de abril de 1995. El terrorista fue condenado a muerte y ejecutado mediante una inyección letal en 2001.
No hay comentarios:
Publicar un comentario