lunes, 6 de octubre de 2025

El Pacto de la Organización de Naciones y Pueblos No Representados

Con buen criterio, tres investigadoras latinoamericanas han afirmado que: (…) Para gran parte de los pobladores del mundo, la respuesta a la pregunta ¿De dónde eres? es muy sencilla. Simplemente nombran el Estado donde se encuentra la ciudad o comunidad en que nacieron o viven. Para otros, sin embargo, la respuesta no es tan simple. Al menos 100 millones de personas alrededor del orbe, no encuentran correspondencia entre el lugar al que sienten pertenecer y el Estado que los engloba. El Estado no los representa y no existe algún otro organismo que lo haga [1]. Para esas naciones y pueblos excluidos de la ONU, existe la Organización de Naciones y Pueblos No Representados [Unrepresented Nations and Peoples Organization (UNPO)] que se autodefine como una plataforma mundial comprometida con amplificar las voces de los pueblos y naciones no representados, asegurar su participación igualitaria en el escenario mundial y salvaguardar sus derechos fundamentales.

Aunque la UNPO se fraguó en la década de los años 80 no se fundó hasta el 11 de febrero de 1991 en el Palacio de la Paz de La Haya (Países Bajos) -sede de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de las Naciones Unidas y de la Corte Permanente de Arbitraje (CPA)- como una organización para las naciones y pueblos sistemáticamente excluidos del sistema internacional por la colonización, la ocupación o la discriminación y la opresión. En su origen intervinieron líderes exiliados de Estonia (Linnart Mäll), el pueblo uigur (Erkin Alptekin) y el Tíbet (Lodi Gyari) y se convirtió en una suerte de ONU alternativa para tibetanos, kurdos, aborígenes, papúes, etc. [2]; pero, muy pronto, la membresía se extendió a una pluralidad de entidades políticas, grupos étnicos, movimientos de liberación, comunidades indígenas, pueblos marginados o minorías culturales de todo el mundo que persiguen diferentes objetivos: desde las Molucas del Sur que quieren independizarse de Indonesia hasta el Distrito de Columbia, en Estados Unidos, que persigue convertirse en el Estado nº 51 de la Unión, pasando por las reivindicaciones de Mongolia del Sur (China) o la isla de Annobón (Guinea Ecuatorial). A partir de los años 90, algunos miembros de la UNPO han terminado alcanzando su independencia y se incorporaron a las Naciones Unidas (Armenia, Estonia, Letonia, Georgia, Palaos o Timor Oriental).

Bandera de la UNPO

El marco jurídico de esta organización es el denominado UNPO Covenant [Covenant establishing the Unrepresented Nations and Peoples Organization]; un acuerdo o pacto constitutivo que proclama su objetivo en el Art. 1: promover el cumplimiento de las aspiraciones de las Naciones y los Pueblos por medios eficaces y no violentos, ayudándoles a expresar sus posiciones, necesidades y quejas en foros legítimos y proporcionándoles una comunidad de apoyo. Para cumplir con sus fines cuenta con una Asamblea (órgano plenario de todos los miembros, con un voto cada uno y adopción de sus decisiones por mayoría simple), un Comité Directivo (compuesto por un máximo de quince personas para llevar a cabo la política general de la Organización determinada por la Asamblea) y una Secretaría (integrada por un Secretario General y un asistente).

La redacción actual del Pacto se adoptó tras la XVII Asamblea General de la UNPO que se celebró en Barcelona (España), del 21 al 22 de abril de 2023 porque la Assemblea Nacional Catalana (ANC) -una organización de la sociedad civil estrictamente independiente de los partidos y la administración- fue admitida como miembro el 14 de diciembre de 2018. Este dato es importante porque la web de la UNPO puede mover a error al llevar a cabo una metonimia de la parte por el todo. Cataluña no es miembro de esa organización; la asociación independentista ANC, sí. De igual modo, la región francesa de Bretaña tampoco lo es pero sí Kelc’h An Dael (KAD) que promueve la (re)creación o revitalización del Parlamento bretón.

El marco jurídico de la UNPO se completa con un Manual de Reglas Financieras, de 2023, y un Reglamento para regular las funciones de la Secretaría así como un Código de Conducta. de 2024.

Citas: [1] MONTERO, I. Mª; QUINTANILLA, I. & MONDRAGÓN, L. “UNPO. Alternativa de representación para naciones y pueblos”. En Revista de humanidades: Tecnológico de Monterrey, 1999, nº. 6, p. 171. [2] KELLY, P. “Indigenous Love”. En: Earth Island Journal, 1992-1993, vol. 8, nº 1, p. 33.

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