
Sin embargo, la imagen que ha trascendido de ellos, con el paso de los siglos, está más relacionada con su insignia: las fasces.
Este antiguo emblema, que ya utilizaron los etruscos, consistía básicamente en un haz de 30 varas de madera sujetas con cintas de cuero, formando un cilindro, donde se ataba una segur (el filo de un hacha); de este modo, cuando el lictor caminaba con las fasces al hombro, delante de los magistrados, simbolizaba su autoridad para impartir justicia (las varas) y ejecutarla (el hacha); es decir, la fuerza al servicio del Derecho.
Siglos más tarde, en 1922, este símbolo de la justicia romana fue utilizado por Benito Mussolini y sus “camisas negras” después de la marcha sobre la capital italiana cuando instauraron un régimen nacionalista y totalitario que exaltaba el esplendor de la Antigua Roma. De esta forma, aquellas fasces se convirtieron en el icono de “Il Duce” y acabaron dando nombre a un nuevo movimiento: el fascismo.
Hoy en día, sin aquel carácter ideológico sino haciendo hincapié en la idea de unidad, las fasces continúan formando parte de numerosos emblemas como los escudos de Francia o Ecuador o –junto a una espada– en la imagen de la Guardia Civil, el Instituto Armado de naturaleza militar que, en España, forma parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
me encanto me parece que tiene una gran fuente de informacion les felicito sigan a si <3 <3
ResponderEliminarGenial. Muy interesante. Gracias
ResponderEliminarMuy buen informe. Gracias
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