En diciembre de 2010 subí una entrada a este blog dedicada a la famosa Ley de Murphy; el archiconocido Si algo puede salir mal, saldrá mal. Como dije entonces, resulta curioso que una de las leyes más famosas de todo el mundo no tenga nada que ver con el Derecho sino con la Física. Durante el tiempo que ha transcurrido desde entonces, he descubierto otras dos leyes que tampoco son jurídicas pero que, de un tiempo a esta parte –será por la crisis– se están empleando habitualmente dentro de un contexto legal; son el adagio temporal de Hofstadter y el razonamiento inductivo del Duck Test de Whitcomb. Dicho así, asustan; lo sé, pero verás cómo ambas son muy curiosas.
El científico estadounidense Douglas R. Hofstadter escribió esta breve sentencia referida al tiempo (adagio temporal) que recibe su nombre, en 1979, incluyéndola en el libro Gödel, Escher, Bach: un eterno y grácil bucle. Según este autor, Hacer algo te va a llevar más tiempo de lo que piensas, incluso si tienes en cuenta la ley de Hofstadter (It always takes longer than you expect, even when you take into account Hofstadter's law). Últimamente se emplea mucho en relación con las medidas legislativas que deben adoptarse para tratar de atajar la crisis económica.
A su compatriota, el poeta James Whitcomb Riley, se le atribuye el razonamiento de la prueba del pato que, durante la Guerra Fría se utilizó en política internacional para identificar a posibles comunistas (según el criterio de los EEUU); su frase dice: Si camina como un pato, nada como un pato y suena como un pato, probablemente sea un pato (If it looks like a duck, swims like a duck, and quacks like a duck, then it probably is a duck). En España, tras la polémica legalización de ciertas formaciones políticas que se niegan a condenar expresamente el uso de la violencia, mucha gente ha utilizado esta frase sustituyendo “pato” por “terrorista”.
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