Para el profesor Pedro Luis Lorenzo Cadarso, el «Diálogo llamado Philippino» es uno de los textos jurídicos propagandísticos más importantes que se escribieron durante el debate político y diplomático que siguió a la muerte sin descendencia del rey portugués Enrique el Cardenal, en enero de 1580, y la estancia en Badajoz del rey Felipe II, mientras preparaba su entrada triunfal o, en su caso, invasión de Portugal. No es una obra de carácter académico, sino que, como Lorenzo de San Pedro, jurista de profesión, declaraba en el memorial que precede al códice, pretendía «emprender esta materia por estilo que fuese común a todos, para que grandes y menores entiendan» [1]. En su opinión, si el manuscrito es poco conocido, con el autor, el Licenciado Lorenzo de San Pedro, el problema se agrava todavía más [2].
Por un lado, no debemos confundirlo con Lorenzo Santos de San Pedro –un juez castellano del siglo XVII (Valladolid, 1620 – Madrid, 1676) que desempeñó diversos cargos públicos en la Chancillería de Valladolid, la Audiencia de Sevilla, el Principado de Asturias y el Consejo de Castilla, ya que esta obra se debió redactar a finales de 1580– y, por otro, la escasa doctrina científica que lo ha investigado –además del mencionado Lorenzo Cadarso, destacan los historiadores Fernando Checa y Fernando Bouza– no ha podido brindar mayor apunte biográfico de aquel Licenciado más que era andaluz –posiblemente de Huelva– y que estudió Derecho [el propio Lorenzo de San Pedro definió que su ejercicio profesional, desde la niñez, era el de la “milicia legal y armas de la jurisprudencia”]; de modo que su formación jurídica e histórica se encuentra muy patente a lo largo de toda la obra para fundamentar las cien congruencias concernientes al Derecho que su Majestad el rey Don Felipe, nuestro señor, tiene al Reino de Portugal.
Para facilitar su comprensión, el licenciado escribió aquel centenar de conclusiones en forma de diálogo –entre los personajes del andaluz Bético, de visita en Lisboa, y el hidalgo portugués Lusitano– porque mejor y más apaciblemente se confieran las dudas. De modo que, mediante las preguntas y respuestas de los interlocutores, (…) se resuelven mejor las cuestiones propuestas y así se consiga el próspero fin que se pretende.
El personaje de Bético justifica la elección de Felipe II como nuevo rey de Portugal apelando a razones de Derecho Divino, Natural y de Gentes; por las leyes civil, canónica y consuetudinaria; por ser varón (el otro pretendiente era la infanta Catalina de Avis, esposa del duque de Braganza); e incluso porque Su Majestad desciende del nobilísimo y muy antiguo linaje de los godos y del rey Recaredo por línea recta… cien razones que concluyen afirmando con rotundidad que Dios lo quiere así: (…) Mira, Portugal, que estás sin rey y Dios te ha buscado un rey según su corazón, que es nuestro cristianísimo príncipe, y le ha mandado que te rija, gobierne y ampare, dale las gracias por ello, pues demás de tu buen gobierno, serás partícipe de su prosperidad, de su grandeza y gloriosos triunfos, y merecerás ser contado en el número de aquellos que gozan de su mucha felicidad.
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Fuente: Wikipedia |
Para Fernando Bouza, el interés de esta obra no procede del buen fundamento de sus cien pruebas que son las habitualmente esgrimidas por los partidarios del Austria más una buena dosis de mesianismo que le lleva a ver en Felipe II al conservador de la “monarchia occidental” (…); el carácter excepcional del manuscrito (…) radica en que ha incluido emblemas y jeroglíficos como argumentos probatorios de esas cien congruencias con las que un personaje llamado Bético intenta convencer, en una casería de las afueras de Lisboa, a un fidalgo, Lusitano, para que deje su «doloroso llanto por el sereníssimo Rey don Sebastián» y reconozca la pretensión de Felipe II [2].
Finalmente, la coronación de Felipe II como [Filipe I] rey de Portugal en Tomar el 16 de abril de 1581 creó el primer imperio en el que nunca se ponía el sol [3]. El nuevo monarca juró respeitar as liberdades, privilégios, usos e costumes da monarquia portuguesa (…) e manter todas as leis portuguesas.
Citas: [1] LORENZO CADARSO, P. L. El "Diálogo Filipino" de Lorenzo de San Pedro. Madrid: BOE, 2017, p. 13. [2] Ob. Cit. p. 19. [2] BOUZA, F. Imagen y propaganda: Capítulos de historia cultural del reinado de Felipe II. Madrid: Akal, 1998, pp. 75 y 76. [3] PARKER, G. “David o Goliat: Felipe II y su mundo en la década de 1580”. En: KAGA, R. L. & PARKER, G. (Eds). España, Europa y el mundo atlántico: homenaje a John H. Elliott. Madrid: Marcial Pons. 2002, p. 321. Pinacografía: Sofonisba Anguissola | Felipe II (1565).