- Emilia Pardo Bazán [La Coruña, 1851 - Madrid, 1921] publicó La piedra angular –una metáfora del patíbulo– en 1891, donde encontramos las tendencias positivas del científico al describir a uno de sus protagonistas como franco admirador de los médicos modernos que aplican atrevidamente á los problemas del orden moral el método positivo y analítico de la ciencia presente. Como de esto se escribe mucho en el día, y Moragas lo hacía venir todo de París en grandes remesas, sus orgías de lectura tenían el retiro de la Erbeda por testigo y cómplice (…); un hombre de ciencia (…) que en los asuntos de su profesión esté habituado á aplicar plenamente el método experimental y positivo; mientras que el criminal obedece al sentimiento; pero al sentimiento malo, inconfesable, indigno, del rencor, el miedo y la venganza. (…) así como todavía viven entre nosotros ejemplares de humanidad primitiva [7].
- Armando Palacio Valdés [Laviana (Asturias), 1853 - Madrid, 1938] es el autor de El origen del pensamiento (1893) que incluye algunos pasajes plenamente lombrosianos: (…) Llegaron por fin al manicomio. Carlota y Presentación se quedaron a la puerta, haciendo esfuerzos desesperados para ocultar su emoción. Los tres hombres subieron con el fisiólogo con pretexto de examinar también el curioso caso de atavismo. Recibioles el director cortésmente. D. Pantaleón se dejó conducir por él a otra estancia para conferenciar secretamente acerca de las anomalías orgánicas del ser que iba a mostrarle. (…) Hoy se sabe perfectamente, examinando el cráneo y los antecedentes hereditarios de cada hombre, quién ha de ser criminal y a qué clase ha de pertenecer, esto es, si ha de ser asesino, incendiario, estafador, etc. Así es que yo creo, y me propongo publicar un folleto sosteniéndolo, que todos los hombres deben ser reconocidos al llegar a cierta edad por antropólogos competentes, y si presentan los caracteres del tipo criminal, que sean eliminados inmediatamente de la sociedad, si no por la muerte, al menos por la deportación [8].
- De acuerdo con el análisis del profesor Luis Maristany, podríamos citar también los ejemplos de La cara de Dios (1899), de Ramón María del Valle-Inclán [Villanueva de Arosa (Pontevedra), 1866 - Santiago de Compostela (La Coruña), 1936], al expresar que el asesino es un tipo de degeneración, y tiene un tipo antropológico. Estas y otras declaraciones esparcidas a lo largo de la novela nos parecen simples tributos de Valle a la moda lombrosiana [9]; y A través de mis nervios (1903) de Fray Candil, pseudónimo de Emilio Bobadilla y Lunar [Cárdenas (Cuba), 1862 – Biarritz (Francia), 1921) donde lo vemos pasar de continuo y con total desenvoltura de los temas delictivos y criminales a los asuntos literarios o artísticos, sin que falten los motivos de mutua interacción, como si en la misma composición revuelta del libro quisiera sugerir aquella homologación tan lombrosiana de lo infrasocial con lo suprasocial [9].
- Por último, como ya tuvimos ocasión de analizar en otra entrada de este blog, antes que todos ellos destacó la singular y polémica novela Crimen legal (1886), de Alejandro Sawa [Sevilla, 1862 - Madrid, 1909].
Citas: [1] RODRÍGUEZ MANZANERA, L. Criminología. Ciudad de México: Porrúa, 2ª ed., 1981, pp. 212 y 256. [2] ZAFFARONI, E. R. La cuestión criminal. Buenos Aires: Planeta, 2012, pp. 97 y 98. [3] DOCAMPO JORGE, D. “Una equivocada primera novela lombrosiana: el asesino nato y el asesino por herencia en Crimen legal (1886) de Alejandro Sawa”. En: Castilla. Estudios de Literatura, 2021, nº 12, pp. 419 y 423. [4] GIRÓN, Á. “Los anarquistas españoles y la Criminología de Cesare Lombroso”. En: FRENIA, 2002, vol. II-2, p. 83. [5] FERRI, E. Los delincuentes en el arte. Madrid: V. Suárez, 1899, p. 224. [6] HUERTAS GARCÍA-ALEJO, R. & PESET REIG, J. L. “Psiquiatría, crimen y literatura (1): El criminal nato en el naturalismo zoliano”. En: Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 1986, nº 6, p. 133. [7] PARDO BAZÁN, E. La piedra angular. Madrid: Imprenta de Pérez Dubrull, 1891, pp. 101, 128 y 183. [8] PALACIO VALDÉS, A. El origen del pensamiento. Madrid: M. G. Hernández, 1893. [9] MARISTANY, L. Lombroso y España: Nuevas consideraciones. Alicante: Universidad de Alicante. Servicio de Publicaciones, 1984, pp. 374 y 379.