Desde 2010, este blog reúne lo más curioso del panorama jurídico y parajurídico internacional, de la antigüedad a nuestros días, de forma didáctica y entretenida. Su editor, el escritor y jurista castellano Carlos Pérez Vaquero, es profesor doctor universitario (acreditado por ANECA) y autor de diversos libros divulgativos y cursos de formación.
lunes, 29 de abril de 2024
El Acuerdo internacional de yardas y libras
viernes, 26 de abril de 2024
¿Qué es «la diplomacia del elefante» [«Elephant Diplomacy»]?
A día de hoy, el Ministerio de Asuntos Exteriores nipón aún muestra su agradecimiento por aquel regalo porque (…) aportó un rayo de luz a la vida del pueblo japonés que todavía no se había recuperado de la derrota en la guerra. Japón y la India firmaron un tratado de paz y establecieron relaciones diplomáticas el 28 de abril de 1952. Este acuerdo fue uno de los primeros tratados de paz que Japón firmó después de la II Guerra Mundial (*). Aquella iniciativa tuvo muy pronto réplicas en China, la Unión Soviética, Estados Unidos, Alemania… con nuevas cartas que la escritora Devika Cariapa resumió en una sola frase: Uncle Nehru, Please Send An Elephant! [Tío Nehru, por favor, envía un elefante] [2]. Y, por ejemplo, Ambika recaló en el parque zoológico de Granby (Canadá) o Murugan, en el de Ámsterdam (Países Bajos), en 1954 (imagen inferior). Esta «diplomacia del elefante» perduró hasta 2005 cuando el Ministerio de Medio Ambiente y Bosques prohibió enviarlos al extranjero [3].
miércoles, 24 de abril de 2024
¿Qué fue la «Zollverein» (1834-1871)?
lunes, 22 de abril de 2024
¿Cuál fue el «Tratado de Transcontinentalidad»?
viernes, 19 de abril de 2024
El Estatuto de la IRENA
miércoles, 17 de abril de 2024
La prisión natural del Capolatell
lunes, 15 de abril de 2024
¿Cuándo se creó la Agencia Internacional de la Energía?
viernes, 12 de abril de 2024
¿En qué consiste la política europea de vecindad (PEV)?
Tres meses más tarde, tanto el Consejo como el Consejo Europeo celebrado en Tesalónica (Grecia) acogieron favorablemente aquella primera Comunicación de la Comisión porque constituía una base adecuada para desarrollar una nueva gama de políticas en relación con estos países, definía objetivos y principios generales y señalaba posibles medidas incentivadoras. El 1 de julio de 2003, la Comisión presentó una segunda Comunicación titulada "Sentar las bases de un nuevo instrumento de vecindad" y creó el Grupo Operativo "Europa más amplia"; asimismo, mantuvo conversaciones exploratorias con aquellos socios de Europa Oriental y el Mediterráneo Meridional que tenían vigentes Acuerdos de Colaboración y Cooperación o Acuerdos de Asociación [la Autoridad Palestina, Israel, Jordania, Moldavia, Marruecos, Túnez y Ucrania] y elaboró dos informes.
Este proceso coincidió en el tiempo con la la mayor ampliación que tuvo la Unión Europea en toda su historia, tanto en dimensiones como en diversidad, al integrar a Chipre, Malta y ocho países de Europa Central y Oriental (Chequia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Eslovaquia y Eslovenia) el 1 de mayo de 2004 y poner fin a la división de Europa que decidieron las grandes potencias en la Conferencia de Yalta (1945).
En ese contexto, la Comunicación de la Comisión “Política europea de vecindad” de 12 de mayo de 2004 reconoció que: (…) el objetivo de la política europea de vecindad es compartir los beneficios de la ampliación de la UE en 2004 con los países vecinos, mediante el refuerzo de la estabilidad, de la seguridad y del bienestar para todas las partes afectadas. Está pensada para prevenir la aparición de nuevas líneas divisorias entre la UE ampliada y sus vecinos y ofrecer a éstos la oportunidad de participar en diversas actividades de la UE gracias a una mayor cooperación en los ámbitos de la política, la seguridad, la economía y la cultura. En cuanto a su alcance geográfico, en 2004 se consideró que: (…) la política europea de vecindad se dirige a los vecinos actuales de la UE y a aquellos que han quedado más cerca de la UE como consecuencia de la ampliación. En Europa, es el caso de Rusia, Ucrania, Belarús [Bielorrusia] y Moldova [Moldavia]. La UE y Rusia han decidido profundizar su asociación estratégica mediante la creación de cuatro espacios comunes, según lo definido en la Cumbre de San Petersburgo de 2003. En la región mediterránea, la política europea de vecindad se aplica a todos los participantes no comunitarios de la Asociación Euromediterránea (proceso de Barcelona) salvo a Turquía, que prosigue sus relaciones con la UE en régimen de preadhesión. La Comisión también recomienda la inclusión de Armenia, Azerbaiyán y Georgia.
Es decir, la PEV se aplica a Argelia, Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Egipto, Georgia, Israel, Jordania, Líbano, Libia, Marruecos, Moldavia, Siria, Palestina, Túnez y Ucrania. Su objetivo es reforzar la prosperidad, la estabilidad y la seguridad para todos. Se basa en la democracia, el Estado de Derecho y el respeto de los derechos humanos. Es una política bilateral entre la Unión y cada país socio, completada con iniciativas regionales de colaboración: la Asociación Oriental (AO) y la Unión por el Mediterráneo (UpM).
Con miras a lograr su objetivo -según el Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se establece el instrumento de vecindad, cooperación al desarrollo y cooperación internacional - Europa Global, de 9 de junio de 2021- la política europea de vecindad, que ha sido revisada en 2015 [se refiere a la Resolución del Parlamento Europeo, de 9 de julio de 2015, sobre la revisión de la Política Europea de Vecindad], se centra en los ámbitos prioritarios siguientes: el buena gobernanza, la democracia, el Estado de Derecho y los derechos humanos, prestando especial atención a fomentar la participación de la sociedad civil; el desarrollo socioeconómico, en particular la lucha contra el desempleo juvenil, así como la educación, la sostenibilidad medioambiental y la mejora de la conectividad; la seguridad; y la migración y la movilidad, incluida la lucha contra las causas profundas de la migración irregular y los desplazamientos forzosos. La diferenciación y una mayor asunción común, en especial aplicando un enfoque basado en incentivos que respondan al rendimiento en ámbitos clave, son el sello distintivo de la política europea de vecindad, que reconoce diferentes niveles de compromiso y refleja los intereses de cada país sobre la naturaleza y enfoque de su colaboración con la Unión.
miércoles, 10 de abril de 2024
El BFA y otros foros de diálogo asiáticos
lunes, 8 de abril de 2024
Las otras declaraciones islámicas de los Derechos Humanos
viernes, 5 de abril de 2024
¿Qué es la «Doctrina Stimson»?
miércoles, 3 de abril de 2024
La «Agenda 2063: La África que queremos»
Los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana se reunieron en Adís Abeba (Etiopía), el 26 de mayo de 2013, para conmemorar el 50º aniversario del inicio de su proceso integrador, evocando el 25 de mayo de 1963 cuando allí mismo se estableció la extinta Organización para la Unidad Africana (OUA). Superada ya la fase de descolonización, la ocasión era propicia para mirar hacia el futuro y plantearse cómo debía guiarse el desarrollo de África en los próximos cincuenta años, de modo que los líderes africanos aprobaron una Declaración Solemne que concluyó con un compromiso político: articular los ideales y objetivos antes mencionados [en referencia a diversos valores como la paz, la seguridad, la gobernanza democrática, la integración continental o la autodeterminación de su destino] en el contexto del desarrollo de la Agenda Continental 2063, a través de un proceso impulsado por las personas para la realización de nuestra visión de una África integrada, centrada en las personas, próspera y en paz consigo misma. Ese fue el origen de la «Agenda 2063: La África que queremos». Un marco de actuación que se materializó el 31 de enero de 2015 durante la 24ª Asamblea Ordinaria de la Unión Africana que, de nuevo, se celebró en su sede de la capital etíope.
¿Cuáles son las siete aspiraciones que esa África integrada, próspera y pacífica, impulsada por sus propios ciudadanos y capaz de representar una fuerza dinámica en el ámbito internacional desea alcanzar de cara al año 2063?
- Una África próspera basada en el crecimiento inclusivo y el desarrollo sostenible.
- Un continente integrado, políticamente unido, basado en los ideales del Panafricanismo y la visión del Renacimiento de África.
- Una África de buen gobierno, democracia, respeto por los derechos humanos, justicia y el estado de derecho.
- Una África pacífica y segura.
- Una África con una fuerte identidad cultural, patrimonio común, valores y ética.
- Una África, cuyo desarrollo sea impulsado por las personas, basándose en el potencial de los pueblos africanos, especialmente sus mujeres y jóvenes, y el cuidado de los niños.
- África como un actor global sólido, unido, resiliente e influyente.
Como visión estratégica -al igual que sucede con la Agenda 2030 onusiana- el documento africano también incluye, en cada una de esas siete aspiraciones, una serie de metas y de áreas prioritarias; por ejemplo: el desarrollo sostenible se conseguirá cuando todos los ciudadanos disfruten de un alto nivel de vida, con calidad y bienestar y, para lograrlo, habrá que luchar contra la pobreza y el hambre, mejorar los servicios básicos y lograr que los puestos de trabajo sean dignos.
Asimismo, la Agenda 2063 se mostró ambiciosa y propuso que, para esa fecha de mediados del siglo XXI, África hubiera desarrollado algunos proyectos -muy diversos- que autodenominó sus buques insignias: desde integrar una red de trenes de alta velocidad que facilite el movimiento de personas, bienes y servicios; hasta fundar una universidad on line, disponer de un pasaporte común, contar con un mercado único en 2017 [sic], silenciar las armas y poner fin a todos los conflictos armados en 2020 [sic], construir la Gran Presa de Inga (en el Congo) e incluso tener una voz propia en los asuntos espaciales con una estrategia para el espacio exterior que permita el acceso a las tecnologías por satélite.