Fue sobre todo a partir de la década de los sesenta y del desmoronamiento de la era colonial cuando los países de mayoría musulmana alcanzaron su independencia de las antiguas metrópolis y –como sucedió en otros rincones del planeta– iniciaron un proceso de institucionalización de sus relaciones multilaterales profundamente influido (…) por la experiencia comunitaria europea y la tradición interamericana [SOBRINO HEREDIA, J. M. En DÍEZ DE VELASCO, M. Las organizaciones internacionales. Madrid: Tecnos, 13ª ed., 2003, p. 748]. Desde Marruecos hasta Indonesia, estas naciones se unieron bajo el denominador común de la fe, convirtiendo su religión –el Islam– en el eje vertebrador de esa gran comunidad islámica denominada Umma; pero, además, algunos de aquellos Estados también confluyeron en un segundo nexo: su pertenencia al mundo árabe (en este caso, desde el Sáhara Occidental hasta Omán). A continuación, veremos, cronológicamente, tres de sus organizaciones internacionales más importantes, prestando especial atención a sus elementos más singulares.
La pionera Liga Árabe se fundó el 22 de marzo de 1945 en El Cairo (Egipto) cuando el gobierno anfitrión y los representantes de Arabia Saudí, Iraq, Jordania, Líbano y Siria firmaron un acuerdo –la Carta de la Liga Árabe– en el que se proclamaban sus tres objetivos: fortalecer las relaciones entre los Estados miembros, coordinar sus políticas con el fin de lograr la cooperación entre ellos y salvaguardar su independencia y soberanía y, en general, una inquietud general por cuanto afecta a los asuntos e intereses de los países árabes. Hoy en día, está integrada por 21 miembros (cuatro de los cinco fundadores porque Siria fue expulsada a raíz de la represión sufrida por la oposición al régimen de Damasco; y dieciséis nuevas incorporaciones: Arabia Saudí, Argelia, Bahréin, Catar, Comoras, los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Libia, Marruecos, Mauritania, Omán, Somalia, Sudán, los Territorios Palestinos, Túnez, Yemen y Yibuti). Todos ellos están representados en un Consejo [Majlis] que se reúne al menos dos veces al año y que se encarga de resolver los conflictos surgidos entre ellos o con un tercero mediante la mediación y el arbitraje (el Art. 5 prohíbe el uso de la fuerza para resolver sus controversias). Sus decisiones son obligatorias para los 21 Estados si se adoptan por unanimidad y tan solo vinculan a quienes votaron a favor de ellas si se aprobaron por mayoría. Asimismo, la Liga cuenta con diversos Comités técnicos y con una Secretaría General, en su sede cairota. Las decisiones que se adopten por mayoría -es decir, si no existe unanimidad (Art. 7)- sólo serán válidas para los Estados miembro que votasen a favor de ellas; es el llamado método de la disidencia que también se emplea, por ejemplo, en la OCDE).
Dos décadas más tarde, el 25 de septiembre de 1969, se fundó en Rabat (Marruecos) la Conferencia Islámica (actual Organización para la Cooperación Islámica) que se autodefine como la segunda mayor organización intergubernamental del mundo –tras la ONU– por su número de integrantes: 57 Estados de cuatro continentes (incluyendo a Guyana, en Sudamérica). Su origen fue una reacción a los incidentes que provocaron el incendio de la Mezquita de al-Aqsa, en Jerusalén. Un año después, en la ciudad saudí de Yeda –sede provisional hasta que, según el Art. VI de su Carta, se libere Jerusalén– se decidió dotar a esta incipiente organización panislámica de un Secretario General. Hoy en día, también cuenta con otras instituciones propias: un Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores, una cumbre trienal de los Reyes y Jefes de Estado de la Umma, diversos comités ministeriales y, en 1987, se decidió dotarla de una Corte Islámica Internacional de Justicia, con sede en Kuwait, compuesta por siete jueces con jurisdicción contenciosa y consultiva que resolverán los litigios entre los Estados de acuerdo con la sharía (ley islámica) y, de forma subsidiaria, aplicando el Derecho Internacional así como la costumbre, los principios generales del derecho y la jurisprudencia internacionales (a día de hoy, casi 30 años después de que se aprobara su Estatuto, este Tribunal aún no se ha constituido). En cuanto a su marco legal, el principal acuerdo de la OCI es la Carta que se adoptó el 14 de marzo de 2008 en Dakar (Senegal) –en sustitución de la constitutiva que se había aprobado en Yeda, en 1972– para promover la solidaridad y cooperación entre todos sus miembros, en los ámbitos económico, social, científico y cultural. Su emblema no puede ser más simbólico, la Kaaba (piedra negra de La Meca) en el centro del mundo, rodeado por una media luna verde.
Bandera del CCG |
Por último, como el Art. 9 de la Carta de la Liga Árabe previó que los Estados que deseen establecer una cooperación más estrecha y fortalecer los lazos previstos en este Pacto, pueden concluir acuerdos con tal fin; en esa línea, se creó la Unión del Magreb Árabe, a la que nos referimos entre las organizaciones intergubernamentales africanas, y en la Península Arábiga se fundó el antiguo Consejo de Cooperación del Golfo (actual Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo) el 25 de mayo de 1981 por Arabia Saudí, Bahréin, Catar, los EAU, Kuwait y Omán, para lograr la coordinación, cooperación e integración entre ellos en todos los campos, sirviendo a los sublimes objetivos de la nación árabe. Las tres principales instituciones del CCG (en inglés, los GCC States) son: el Consejo Supremo (de quien depende la Comisión de Arreglo de Disputas), el Consejo Ministerial y la Secretaría General. En 2001, firmaron en Mascate (Omán) el Acuerdo Económico que revisó el anterior de 1981, con el fin de crear no solo un mercado interior único (sin aranceles) sino un mercado común con el propósito de lograr una única moneda.
NB: véase también la entrada sobre las otras declaraciones islámicas de los Derechos Humanos.
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