lunes, 23 de junio de 2025

La alianza político-militar del «Ejercicio ALCORA» [1970-1974]

Siempre que hablamos de alianzas militares internacionales solemos pensar en acuerdos que los Estados firman con el fin de unir sus esfuerzos para la defensa colectiva y la conservación de la paz y la seguridad; como sucede, por ejemplo, en el caso de la OTAN [el «Tratado de Washington» lo firmaron Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, los Países Bajos, Portugal y el Reino Unido el 4 de abril de 1949 en la capital estadounidense] o de reafirmar su aspiración de crear un sistema de seguridad colectiva en Europa, basado en la participación de todos los Estados europeos, con independencia de su régimen social y político, que les permitiría unir sus esfuerzos en el interés de asegurar la paz en Europa, como afirmó el preámbulo del «Pacto de Varsovia», la némesis de la Alianza Atlántica [en el Tratado de Amistad, Cooperación y Asistencia Mutua que Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia, la República Democrática Alemana, Rumanía y la Unión Soviética suscribieron en la capital polaca el 14 de mayo de 1955]. Pero, a veces, los pactos defensivos no se firman con luz y taquígrafos porque se ocultan.

Un buen ejemplo lo encontramos en el «Ejercicio ALCORA»; en realidad, este acrónimo, en portugués, se refería al código de la «Aliança Contra as Rebeliões em África»; cuyo nombre no puede resultar más esclarecedor: un pacto político y militar tripartito suscrito el 14 de octubre de 1970 por los regímenes de Portugal, Sudáfrica y Rodesia [actual Zimbabue] con el objetivo de aunar esfuerzos en la lucha contrasubversiva y evitar los movimientos revolucionarios que, en aquel momento del siglo pasado, ya afectaban a las antiguas colonias lusas en el teatro de operaciones del África Austral (donde Angola y Mozambique luchaban por alcanzar su independencia) con la ayuda financiera de las autoridades de Pretoria y, a cambio, Lisboa, apoyaría su política racial del apartheid y contendría las insurrecciones vecinas que tanto preocupaban a la supremacía de los sudafricanos. De este modo, las tres naciones pusieron en práctica una alianza secreta para impedir que la insurgencia nacionalista apoyada por Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y China lograse el control del África Austral [1]. 

Actuales banderas de Portugal, Sudáfrica y Zimbabue

ALCORA fue un acuerdo estratégico formalizado, al más alto nivel, que involucró los dominios político, económico y militar, con el objetivo de preservar el poder en manos del régimen colonial portugués y de los regímenes racistas de los otros dos países, asegurando así la derrota militar de las guerrillas de liberación nacional [2]. Sus principales asuntos a estudiar y discutir serían: amenazas, elementos de la estrategia, técnica y nomas de combate, inteligencia, cartografía, telecomunicaciones, logística, obtención de material militar y guerra psicológica. La coordinación y la dirección del Ejercicio Alcora se desarrollarían en tres niveles: Comisión de Alto Nivel Alcora (ATLC) –que, por ejemplo, se reunió en Pretoria del 31 de marzo al 1 de abril de 1971 con representantes das Forças Armadas, de Defesa e de Segurança dos três países, en una histórica conferência [3]‑, [la] Comisión de Coordinación Alcora (ACC) y varias subcomisiones Alcora encargadas de los asuntos a estudiar y discutir [1].

Este «Exercício» tuvo su precedente en un documento anterior, calificado como muito secreto, el «Plano de defesa para a África Austral», de marzo de 1970, que incluía la «Diretiva de cooperação entre Portugal, República da África do Sul e Rodésia» y, a lo largo de la primera mitad de aquella década, dio lugar a la denominada «Doutrina ALCORA»; una doctrina que englobaba diversos documentos con las líneas básicas del concepto estratégico del África Austral: a região sul do continente africano, compreendendo os territórios com governos brancos (República da África do Sul e República da Rodésia); Ultramarinos portugueses (Angola e Moçambique); e territórios com influência na segurança dos territórios anteriormente referidos (Botswana, Suazilândia, Lesoto e Malawi) (…) se usava a designação de Países ALCORA para referir conjuntamente a RAS [Sudáfrica], Rodésia e Portugal; já a expressão Territórios ALCORA era usada para referir conjuntamente a RAS, Rodésia, Angola e Moçambique [3].

Recordemos que, durante la dictadura del Estado Nuevo [Estado Novo], para los gobiernos de António de Oliveira Salazar (1889-1970) y de su sucesor Marcelo Caetano (1906-1980), la cuestión colonial se abordó en el marco de un estado unitário, multicultural e multiétnico, del Miño a Timor (nada menos). La «Revolución de los claveles» del 25 de abril de 1974 le puso fin dejando a Sudáfrica si no aislada, al menos expuesta [4] lo que no impidió que su segregación racial continuara aún dos décadas más.

Citas: [1] MACHADO BARROSO, L. “Portugal y Sudáfrica en el África austral en los años 1970-1974. El Ejercicio Alcora”. En: Boletín de Información, 2012, nº 323, pp. 35 y 60. [2] DE MATOS GOMES, C. & AFONSO; A.  Alcora. O acordo secreto do colonialismo. Lisboa: Penguin, 2016. [3] NEVES DE SOUTO, A. “Relações entre Portugal, África do Sul e Rodésia do Sul e o Exercício ALCORA: Elementos fundamentais na estratégia da condução da guerra. 1960‑1974”. En: MENESES, Mª. P. & SENA MARTINS, B. As Guerras de Libertação e os Sonhos Coloniais. Alianças secretas, mapas imaginados. Coimbra: Almedina, 2013, pp. 157 y 158. [4] EVANS, L. Survival in the 'Dumping Grounds'. A Social History of Apartheid Relocation. Leiden: Brill, 2019, pp. 71 y 72.

NB: como curiosidad, el 6 de febrero de 1873, Perú y Bolivia firmaron en Lima un acuerdo secreto: el Tratado de Alianza Defensiva o «Tratado Riva Agüero-Benavente», como era costumbre en aquel entonces, por los apellidos de sus negociadores, José de la Riva Agüero (Ministro de Relaciones Exteriores peruano) y Juan de la Cruz Benavente (Ministro Plenipotenciario de Bolivia en la capital limeña) para formar un pacto de defensa mutuo. En cuanto a España, destaca el "singular" «Acuerdo Tripartito de Madrid» sobre el Sahara Occidental que ni siquiera llegó a publicarse en el BOE.

En el ámbito europeo, la Resolución del Parlamento Europeo, de 19 de septiembre de 2019, sobre la importancia de la memoria histórica europea para el futuro de Europa señala al respecto que: (...) el 23 de agosto de 1939, la Unión Soviética comunista y la Alemania nazi firmaron un Tratado de no Agresión, conocido como el Pacto Molotov-Ribbentrop, y sus protocolos secretos, por el que Europa y los territorios de Estados independientes se repartían entre estos dos regímenes totalitarios y se agrupaban en torno a esferas de interés, allanando así el camino al estallido de la Segunda Guerra Mundial. (...) como consecuencia directa del Pacto Molotov-Ribbentrop, al que le siguió el Tratado de Amistad y Demarcación nazi-soviético de 28 de septiembre de 1939, la República de Polonia fue invadida en primer lugar por Hitler y, dos semanas después, por Stalin, lo que privó al país de su independencia y conllevó una tragedia sin precedentes para el pueblo polaco; que la Unión Soviética comunista comenzó, el 30 de noviembre de 1939, una agresiva guerra contra Finlandia y, en junio de 1940, ocupó y se anexionó partes de Rumanía (territorios que nunca fueron devueltos) y se anexionó las repúblicas independientes de Lituania, Letonia y Estonia.

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