En julio de 2012, la oenegé Human Rights Watch publicó un informe en el que detallaba algunas de las torturas que el régimen sirio está empleando con los prisioneros, como la falaka de la que ya tuvimos ocasión de hablar en un in albis anterior, refiriéndonos a las prisiones turcas. Otra de esas prácticas brutales es el dulab o tortura del neumático. En el ámbito europeo, la Corte de Estrasburgo describió en qué consiste esta técnica en el caso Ölmez contra Turquía, de 1 de febrero de 2005.
Los hechos ocurrieron en julio de 1993, el señor Mitlik Ölmez perdió el sentido, en plena calle, por los culatazos que recibió en la cabeza propinados por la policía antiterrorista de Estambul; fue trasladado a un edificio en ruinas, donde permaneció cuatro días sufriendo nuevos golpes y duchas de agua helada, hasta que se le trasladó a la Dirección, donde le sometieron a la falaka y el neumático para que confesara su pertenencia al PKK, organización armada que acababa de hacer explotar un coche bomba en la ciudad estambulota: los interrogadores colocaron al demandante [desnudo] con la cabeza entre sus piernas dentro de un neumático de camión, sometiéndole a descargas eléctricas [generalmente, en los genitales] y sodomizándole con una porra. El TEDH condenó a Turquía por haber violado los Arts. 3 (prohibición de la tortura) y 13 (derecho a un recurso efectivo) del Convenio Europeo de Derechos Humanos, a pagar 25.000 euros a Ölmez, que pidió refugio político en Alemania, donde reside desde 1997.
Los hechos ocurrieron en julio de 1993, el señor Mitlik Ölmez perdió el sentido, en plena calle, por los culatazos que recibió en la cabeza propinados por la policía antiterrorista de Estambul; fue trasladado a un edificio en ruinas, donde permaneció cuatro días sufriendo nuevos golpes y duchas de agua helada, hasta que se le trasladó a la Dirección, donde le sometieron a la falaka y el neumático para que confesara su pertenencia al PKK, organización armada que acababa de hacer explotar un coche bomba en la ciudad estambulota: los interrogadores colocaron al demandante [desnudo] con la cabeza entre sus piernas dentro de un neumático de camión, sometiéndole a descargas eléctricas [generalmente, en los genitales] y sodomizándole con una porra. El TEDH condenó a Turquía por haber violado los Arts. 3 (prohibición de la tortura) y 13 (derecho a un recurso efectivo) del Convenio Europeo de Derechos Humanos, a pagar 25.000 euros a Ölmez, que pidió refugio político en Alemania, donde reside desde 1997.
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