La Resolución 53/200, de 15 de diciembre de 1998, de la Asamblea General de las Naciones Unidas, proclamó que 2002 fuese el Año Internacional del Turismo Ecológico [en inglés, esa misma disposición ya se refería al International Year of Ecotourism y, en francés, al Année internationale de l’écotourisme]. El uso del neologismo ecoturismo, en castellano, se generalizó cuando llegó aquella fecha y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Mundial del Turismo (OMT) celebraron la Cumbre Mundial de Ecoturismo en Quebec (Canadá), del 19 al 22 de mayo de 2002, a la que asistieron más de un millar de participantes de 132 países, procedentes de los sectores público, privado y no gubernamental, con el objetivo principal de preparar un programa preliminar y una serie de recomendaciones para el desarrollo de actividades de ecoturismo en el contexto del desarrollo sostenible.
La Declaración de Quebec sobre Ecoturismo reconoció que aunque abraza los principios del turismo sostenible en relación con los impactos económicos, sociales y medioambientales del turismo, el ecoturismo se diferencia de ese concepto tan amplio porque tiene sus propias características, unos principios más específicos: 1) Contribuye activamente a la conservación del patrimonio natural y cultural; 2) Incluye a las comunidades locales e indígenas en su planificación, desarrollo y explotación y contribuye a su bienestar; 3) Interpreta el patrimonio natural y cultural del destino para los visitantes y 4) Se presta mejor a los viajeros independientes, así como a los circuitos organizados para grupos de tamaño reducido. Todo ello, teniendo en cuenta que con el ecoturismo se pretende erradicar la pobreza y proteger el medioambiente, una idea que ha sido muy reiterada por las Naciones Unidas.
Curiosamente, ni la Cumbre ni la Declaración definieron qué debemos entender por ecoturismo desde un punto de vista jurídico; de hecho, incluso el legislador español se refiere indistintamente a ecoturismo, turismo de naturaleza o turismo ecológico. La definición más aceptada por la comunidad internacional es la que dio, en 1990, la TIES [acrónimo anglosajón de The International Ecotourism Society (Sociedad Internacional de Ecoturismo)]. Según esta organización fundada en 1990 para diseminar información sobre ecoturismo y turismo sostenible, el ecoturismo es un viaje responsable a zonas naturales que conservan el medioambiente y mejoran el bienestar de la población local [a responsible travel to natural areas that conserves the environment and improves the well-being of local people]. Hoy en día, a falta de una definición legal, ésta continúa siendo la más adecuada para referirse a esta clase de turismo alternativo al convencional.
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