lunes, 5 de mayo de 2025

El activismo robótico de la droide «L3»

El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define la voz «androide» como: Autómata de figura humana. En cuanto a su origen etimológico, la RAE señala que procede del latín moderno androides y este término, a su vez, del griego donde el sufijo “-oide” se empleaba con el significado de parecido a; de modo que un androide sería parecido a un ser humano. En ese contexto, la moderna abreviatura droide es una marca registrada por la productora cinematográfica de George Lucas (Lucasfilm Ltd.), desde el 22 de septiembre de 1977; año en el que se estrenó la película La Guerra de las Galaxias [actual: Star Wars: Episodio IV. Una nueva esperanza]; dando comienzo a una exitosa saga que popularizó a personajes como el droide de protocolo C3PO, el astromecánico R2D2 o la unidad BB-8, entre otros.

En su conjunto, (…) los robots en Star Wars son esclavos muy leales. Son destruidos en batalla, participantes activos en cualquier misión y no cuestionan el mandato de sus amos. C3PO y R2D2, los robots más famosos y queridos de la franquicia, nunca dejan de trabajar para sus dueños. Aun si son puestos en las circunstancias más peligrosas, se consideran a sí mismos miembros de la familia y se sacrifican voluntariamente por ella en varias ocasiones. No obstante, este statu quo cambia: en las nuevas películas de la saga, los robots exigen respeto por parte de sus amos. L3-37, en Han Solo (Ron Howard, 2018), es una activista por los derechos de los robots y trabaja en condiciones de igualdad con Lando Calrissian, quien es su socio y amante, no su propietario [1].

Precisamente, en la cinta de Howard es donde de forma más explícita se ha llamado la atención sobre el hecho de que los droides se sienten oprimidos por la sociedad galáctica. La copiloto de Lando Calrissian, L3-37, defiende abiertamente los derechos de los droides. Ella ha asumido el control de su propia libertad, diseñando modificaciones en su propio cuerpo y enfureciéndose ante cualquier sugerencia de que Lando es su dueño [2]. Consciente de si misma, L3 nació como astromecánica, y posteriormente mejoró su propio cuerpo con procesadores de droides de protocolo y otras fuentes inusuales. Su cerebro también evolucionó, con códigos de espionaje (…) superpuestos a su diseño original [3]; una combinación que le permite trazar la ruta de los saltos al hiperespacio con absoluta seguridad y rapidez. El resultado es un personaje sintiente tan atípico como excéntrico; uno de los más originales de toda la saga de Star Wars.

Para contextualizar su activismo robótico contra la dominación de los seres orgánicos: el argumento de la película Han Solo: Una historia de Star Wars se centra en la juventud del personaje de este forajido, como le gusta definirse a si mismo, cuando tiene que huir del planeta Corellia dejando atrás a su novia, Qi'ra, y alistarse en la Academia Imperial para ser piloto. En su peculiar odisea por diversos rincones de la galaxia conocerá, entre otros, a Chewbacca, su peludo amigo wookie; al dueño del mítico Halcón milenario -el citado jugador Lando Calrissian con su inseparable L3-37, la robot copiloto con la que mantiene una relación que funciona, como le confiesa a Qi'ra-; y a los ladrones de coaxium liderados por Tobias Beckett.

En una de sus incursiones para robar ese hipercombustible sin refinar en las minas de Kessel, explotadas por mano de obra esclava, la droide será quien aproveche el desconcierto del asalto para encabezar una rebelión de robots y wookies. El entusiasmo de los droides liberados por seguir su propuesta muestra un profundo deseo de libertad y autodefinición, así como una capacidad de solidaridad, ya que facilitan la propagación del levantamiento a los prisioneros de las minas [2].

Contra la opresión sistemática que -según ella- sufren todas las formas de inteligencia mecánica reclama que todos sus compañeros sean libres y elijan sus propios destinos. Dejándola al frente del Halcón milenario, el contrabandista Calrissian le pregunta a L3: Need anything? A lo que ella le responde: Equal rights? [¿Necesitas algo? ¿Igualdad de derechos?].

PD: Feliz Día [informal] de Star Wars 2025: fonéticamente, el mítico deseo de que la fuerza te acompañe [May the Force be with you] suena parecido a May the Fourth (es decir, ayer, 4 de mayo).

Citas: [1] AA.VV. Voces en pantalla. Bioética y ciudadanías emergentes a través del cine. Bogotá: Universidad del Rosario, 2024. [2] BROCK, N.  Theology and the Star Wars Universe. Londres: Lexington Books, 2022, p. 181. [3] BROOKS, D. et al. Star Wars Encyclopedia. The Comprehensive Guide to the Star Wars Galaxy. Londres: Dorling Kindersley, 2024.

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