Ese mismo anexo nos ayuda a contextualizar el nuevo «Marco de Sendái»: (…) Valoramos la importante función desempeñada por el Marco de Acción de Hyogo para 2005-2015 [Aumento de la Resiliencia de las Naciones y las Comunidades ante los Desastres], en los diez últimos años. Tras haber completado su evaluación y examen y teniendo en cuenta la experiencia derivada de su aplicación, por la presente aprobamos el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030. Tenemos el firme compromiso de aplicar el nuevo marco como guía para intensificar nuestros esfuerzos en el futuro; es decir, en Sendái se adoptó un nuevo marco para la reducción del riesgo de desastres después de 2015 que se calificó como: conciso, específico, preparado con visión de futuro y orientado a la acción.
La nueva estrategia global se basa en siete metas con el horizonte puesto en 2030: reducir considerablemente tanto la mortalidad mundial causada por desastres como el número de personas afectadas a nivel mundial y los daños causados por ellos en las infraestructuras vitales y la interrupción de los servicios básicos; incrementar el número de países que cuentan con estrategias de reducción del riesgo de desastres así como la disponibilidad de los sistemas de alerta temprana sobre amenazas múltiples; y mejorar la cooperación internacional para los países en desarrollo.
Para lograrlo, este programa se plantea trece principios rectores; por ejemplo, como la reducción del riesgo de desastres es un problema común de todos los Estados, cada uno de ellos tiene la responsabilidad primordial de prevenir y reducir el riesgo de desastres, incluso mediante la cooperación internacional, regional, subregional, transfronteriza y bilateral; asimismo, es necesario que las responsabilidades sean compartidas por los gobiernos centrales y las autoridades, sectores y actores nacionales pertinentes [los denominados actores no estatales porque desempeñan un papel importante como facilitadores del apoyo proporcionado a los Estados en otras esferas (local o regional)]; y que la gestión del riesgo de desastres esté orientada a la protección de las personas y sus bienes, salud, medios de vida y bienes de producción, así como los activos culturales y ambientales, al tiempo que se respetan todos los derechos humanos, incluido el derecho al desarrollo, y se promueve su aplicación.
En Sendái también se establecieron las cuatro prioridades de acción, teniendo en cuenta la experiencia adquirida con la aplicación del Marco de Acción de Hyogo, y en aras del resultado esperado y del objetivo, los Estados deben adoptar medidas específicas en todos los sectores, en los planos local, nacional, regional y mundial, con respecto a las siguientes cuatro esferas prioritarias:
- Prioridad 1: Comprender el riesgo de desastres.
- Prioridad 2: Fortalecer la gobernanza del riesgo de desastres para gestionar dicho riesgo.
- Prioridad 3: Invertir en la reducción del riesgo de desastres para la resiliencia.
- Prioridad 4: Aumentar la preparación para casos de desastre a fin de dar una respuesta eficaz y para “reconstruir mejor” en los ámbitos de la recuperación, la rehabilitación y la reconstrucción.
Para concluir, el «Sendai Framework for Disaster Risk Reduction 2015–2030» aboga por afrontar la disparidad mediante la cooperación internacional, el apoyo de las organizaciones internacionales (en particular, la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres) y crear alianzas mundiales.
NB: por alusiones, la I Conferencia Mundial sobre Reducción de Riesgo de Desastres se celebró del 23 al 27 de mayo de 1994 en Yokohama, también en Japón; como la II de Hyogo y la III de Sendái. En aquel momento se adoptaron «la Estrategia y el Plan de Acción de Yokohama para un Mundo más Seguro» [Directrices para la prevención de los desastres naturales, la preparación para casos de desastre y la mitigación de sus efectos, y su Plan de Acción].
No hay comentarios:
Publicar un comentario